El director ejecutivo de Google pidió el lunes un enfoque equilibrado para regular la inteligencia artificial, diciendo a una audiencia europea que la tecnología trae beneficios pero también “consecuencias negativas”.
Los comentarios de Sundar Pichai se producen cuando los legisladores y los gobiernos consideran seriamente la posibilidad de poner límites a la utilización de la inteligencia artificial.
“No tengo ninguna duda de que la inteligencia artificial necesita ser regulada. La cuestión es cuál es la mejor manera de abordar esto”, dijo Pichai, según una transcripción de su discurso en un centro de estudios con sede en Bruselas.
Señaló que los gobiernos tienen un importante papel que desempeñar y que, a medida que la Unión Europea y los Estados Unidos empiecen a elaborar sus propios enfoques en materia de regulación, la “alineación internacional” de cualquier norma eventual será fundamental. No presentó propuestas específicas.
Pichai habló el mismo día en que tenía previsto reunirse con la poderosa reguladora de la competencia de la Unión Europea, Margrethe Vestager.
En años anteriores, Vestager ha impuesto al gigante de Silicon Valley multas multimillonarias por supuestamente abusar de su dominio del mercado para sofocar la competencia. Después de haber sido reelegida para un segundo mandato el otoño pasado con poderes ampliados sobre las políticas de la tecnología digital, Vestager ha puesto ahora sus ojos en la inteligencia artificial y está elaborando normas sobre su uso ético.
Los comentarios de Pichai sugieren que la empresa puede esperar evitar que la Unión Europea tome medidas drásticas contra la tecnología. Vestager y la Unión Europea han sido los reguladores más agresivos de las grandes empresas de tecnología, un enfoque que las autoridades estadounidenses han adoptado con las investigaciones sobre el dominio de empresas como Google, Facebook y Amazon.
“Una regulación sensata también debe adoptar un enfoque proporcionado, equilibrando los daños potenciales con las oportunidades sociales”, dijo, añadiendo que podría incorporar estándares existentes como el estricto Reglamento General de Protección de Datos de Europa en lugar de empezar de cero.
Si bien promete grandes beneficios, expresó su preocupación por los posibles inconvenientes de la inteligencia artificial, citando como ejemplo su papel en la tecnología de reconocimiento facial, que puede utilizarse para encontrar personas desaparecidas pero también por “razones nefastas” que no especificó.
En 2018, Google se comprometió a no utilizar la inteligencia artificial en aplicaciones relacionadas con armas, vigilancia que viole las normas internacionales o que trabaje en formas que vayan en contra de los derechos humanos.