El nuevo coronavirus ha mutado de su cepa original y ahora se considera más infeccioso, según los investigadores del Hospital Metodista de Houston.
El estudio, que no ha sido revisado por pares sino que ha sido publicado en el servidor de preimpresión MedRxiv, no descubrió que estas mutaciones hayan hecho que el virus sea más mortal.
Todos los virus acumulan mutaciones genéticas, y la mayoría son insignificantes, dicen los científicos.
Según el autor del estudio, James Musser, del Hospital Metodista de Houston, el SARS-CoV-2 es relativamente estable, pero con una transmisión tan extendida en los Estados Unidos, el virus ha tenido abundantes oportunidades de mutar, potencialmente con consecuencias más mortales.
“Le hemos dado a este virus muchas oportunidades”, dijo al Washington Post. “Hay un enorme tamaño de población ahí fuera ahora mismo”.
Para el estudio, los investigadores pudieron secuenciar los genomas de 5.085 cepas de SARS-CoV-2 en Houston, Texas. El contagio se recuperó durante la ola inicial de infecciones en la ciudad y nuevamente durante la “masiva segunda ola de infecciones en curso”, escribieron los autores del estudio.
Los científicos sabían que había varias cepas distintas del virus que estaba presente en Houston desde el inicio de la pandemia, pero tras el brote del verano, encontraron que casi todas las muestras genéticas que analizaron revelaban una mutación.
Se demostró que esa mutación en particular, conocida como D614G, alteraba la estructura de la proteína de punta que le da al nuevo coronavirus su apariencia de corona, que según los investigadores está asociada con “mayor transmisión e infectividad”.
Los picos son los que permiten al virus unirse y eventualmente infectar las células.
El estudio halló que los individuos que portaban estas cepas mutadas también mostraron tener cargas virales más altas en la parte posterior de su nariz y garganta, lo que sugiere que las nuevas cepas son, de hecho, más contagiosas.
David Morens, virólogo del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, señaló que los datos apuntan a una fuerte posibilidad de que el coronavirus se haya vuelto más transmisible y que esto “puede tener implicaciones para nuestra capacidad de controlarlo”.
Añadió que el virus podría estar respondiendo potencialmente, mediante mutaciones aleatorias, a intervenciones de salud pública como el uso de máscaras y el distanciamiento social.
“Usar máscaras, lavarse las manos, todas esas cosas son barreras para la transmisibilidad o el contagio, pero a medida que el virus se vuelve más contagioso es estadísticamente mejor para sortear esas barreras”, dijo Morens al Washington Post.
Los hallazgos del estudio también tienen implicaciones en el desarrollo de una vacuna viable contra el coronavirus.
“Aunque todavía no lo sabemos, está dentro del ámbito de posibilidades de que este coronavirus, cuando nuestra inmunidad a nivel poblacional sea lo suficientemente alta, este coronavirus encontrará una forma de sortear nuestra inmunidad”, dijo.
“Si eso ocurriera, estaríamos en la misma situación que con la gripe. Tendremos que perseguir al virus y, a medida que muta, tendremos que jugar con nuestra vacuna”.
Ahora, a más de ocho meses de la pandemia, hay aproximadamente 32,3 millones de casos confirmados de coronavirus en todo el mundo, incluyendo al menos 984.000 muertes relacionadas, según los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins.