Un avance científico realizado por investigadores israelíes ha puesto al descubierto una razón molecular que podría explicar por qué las mujeres con Alzheimer experimentan un deterioro cognitivo más acelerado que los hombres.
Desentrañando el misterio de la progresión acelerada del Alzheimer en mujeres
Este descubrimiento proviene de una investigación que combina neurociencia molecular y computacional, liderada por los profesores Hermona Soreq y Yonatan Loewenstein del Centro Edmond y Lily Safra de Ciencias Cerebrales de la Universidad Hebrea de Jerusalén. El estudio apunta a una relación entre el deterioro cognitivo acelerado y la disminución de fragmentos de ARN mitocondrial en el núcleo accumbens del cerebro.
El trabajo, que ha pasado la revisión de expertos, fue publicado en Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association. Según la profesora Soreq, los hallazgos podrían allanar el camino para tratamientos más eficaces para las mujeres que padecen Alzheimer, con la intención de ralentizar su avance significativamente.
Actualmente, se estima que más de 55 millones de personas sufren de demencia en todo el mundo, y entre un 60 y 80 % de estos casos corresponden a Alzheimer. La enfermedad afecta al doble de mujeres que de hombres, y aunque la mayor longevidad femenina es una de las razones, los investigadores buscan otras explicaciones biológicas y culturales.
El papel del ARN en el cerebro y la enfermedad de Alzheimer
La investigación de Soreq ha estado centrada en el ARN y las bases moleculares del funcionamiento del cerebro durante décadas. Sus estudios incluyen la regulación de la acetilcolina, un neurotransmisor crucial para funciones como la memoria, el aprendizaje, la atención, la excitación y el movimiento involuntario de los músculos. El Alzheimer es una de las enfermedades asociadas a niveles bajos de acetilcolina o a un mal funcionamiento de la vía colinérgica.
Al mismo tiempo, Soreq ha analizado cómo la regulación de la acetilcolina está vinculada al metabolismo del ARN. Un aspecto crucial de su trabajo ha sido estudiar la regulación colinérgica en hombres y mujeres desde la perspectiva de los ARN pequeños, específicamente las moléculas de ARN de transferencia (ARN-t), vitales en la síntesis de proteínas.
Después de que el ARN-t aporta aminoácidos a las cadenas proteicas en crecimiento, se corta en fragmentos por las enzimas. Estos fragmentos de ARN-t, que antes se creían inútiles, podrían desempeñar un papel en la señalización de la acetilcolina, según descubrió Soreq.
El rol de los fragmentos de ARN-t en el Alzheimer
El equipo de Soreq estudió los perfiles de ARN de individuos, tanto hombres como mujeres, para determinar la cantidad y el tipo de fragmentos de ARN-t presentes. Este estudio se llevó a cabo en tejido cerebral post mortem proporcionado por David A. Bennett de la Universidad Rush de Chicago.
La tecnología de secuenciación del ARN jugó un papel fundamental en este proceso. Permite obtener una extensa lista de secuencias y, a través de la biología computacional, analizar y preguntar cuáles de estas secuencias muestran una diferencia entre individuos cognitivamente aptos e inaptos, y si hay diferencias entre hombres y mujeres.
Los resultados demostraron que las mujeres con deterioro cognitivo pierden los fragmentos de ARN-t mucho antes que los hombres. Según Soreq, estos fragmentos tienen una función que realizar y, cuando se pierden, esa función se ve comprometida, lo que probablemente esté relacionado con el deterioro cognitivo más rápido en las mujeres con Alzheimer.
Implicaciones del descubrimiento y futuras investigaciones
Los fragmentos faltantes de ARN se originan específicamente del ARN de las mitocondrias y no del ARN del ADN nuclear. La herencia del ARN mitocondrial es materna, pero no se sabe si esto indica que la enfermedad de Alzheimer se hereda de forma materna.
Soreq espera que estos hallazgos puedan conducir al desarrollo de terapias, pero admite que la barrera hematoencefálica representa un desafío significativo. Sin embargo, dado el progreso reciente en la terapéutica del ARN, Soreq se muestra optimista. Este descubrimiento abre la posibilidad de investigar si recuperar los fragmentos de ARN perdidos podría retrasar o incluso prevenir el deterioro cognitivo en mujeres con Alzheimer.