El Campus Sanitario Rambam de Haifa cuenta con un hospital subterráneo que tiene capacidad para albergar 2,000 camas en tiempos de guerra, mostrando una vez más su relevancia en la reciente situación en Israel.
El Hospital Sammy Ofer: Más que un refugio
Desde su apertura en 2014, el Hospital Subterráneo Fortificado de Emergencias Sammy Ofer en Haifa no había demostrado su verdadero potencial hasta esta semana, debido a los ataques de Hezbolá y otros grupos terroristas reconocidos en las regiones norteñas de Israel.
Como el principal centro de atención terciaria y traumatología en el norte del país, la infraestructura del Rambam siempre debe estar lista para enfrentar emergencias.
Después de los recientes ataques y lanzamientos de misiles por Hamás desde Gaza, que han resultado en más de 1,300 muertos y 3,000 heridos israelíes, el Ministerio de Sanidad instruyó al Rambam para transformar su estacionamiento con capacidad para 1,500 autos en un hospital, tarea que completaron en 36 horas.
Historia y modernización del Rambam
En 2006, durante la Segunda Guerra del Líbano, el Rambam se vio vulnerable, ya que no contaba con protección adecuada cuando se dispararon 60 cohetes cerca del hospital. Esta situación llevó a la administración del hospital, incluido el profesor Michael (Miki) Halberthal, a decidir que esto no podría repetirse.
El resultado fue un ambicioso proyecto que tardó ocho años en concretarse: la creación del hospital subterráneo más avanzado de Israel, dotado de 24 salas de cirugía y todas las facilidades requeridas para atender a los pacientes.
Desde su inauguración, el hospital ha llevado a cabo ejercicios regulares para mantener a su personal listo para situaciones de emergencia, como la que vive en estos momentos.
La versatilidad del Rambam durante crisis
Con la pandemia del COVID-19, el hospital subterráneo sirvió para atender a pacientes con el virus, separándolos del resto. Pero esa fue una utilización parcial, según comenta Halberthal.
Esta semana, la totalidad de sus tres niveles, cada uno de 20,000 metros cuadrados, se ha adaptado para recibir a pacientes, algunos de los cuales son llevados en ambulancia o helicóptero.
El Rambam ya ha atendido a 50 víctimas de los ataques de Hamás, 11 de las cuales aún se encuentran hospitalizadas. Si se diera la orden de evacuar las instalaciones de la superficie, todos los pacientes y el personal se trasladarían al hospital subterráneo en 8 a 10 horas.
Preparativos y capacidad del refugio
A pesar de las tensiones en la frontera norte y de las alertas recientes, el Rambam ha logrado mantener su funcionamiento regular, demostrando su resiliencia y preparación.
En caso de una guerra mayor, el hospital subterráneo puede albergar hasta 8,000 personas, incluyendo una guardería para los hijos del personal. Ante una amenaza química o biológica, podría cerrarse y ser autosuficiente por tres días.
Halberthal concluye expresando su deseo de que, a pesar de la capacidad del hospital, ojalá nunca tengan que usarlo en un escenario de guerra total.
