Historia en el Centro Médico Hillel Yaffe. Por primera vez, un segmento óseo se reconstruyó en un implante de titanio que se adaptó individualmente después de imprimirse en una impresora 3D. El implante impreso se colocó en el paciente después de que se diagnosticó un tumor maligno de la escápula en su cuerpo. El uso de la impresión 3D permitió a los médicos cortar el área del tumor en gran medida y asegurarse de que la articulación del hombro fuese preservada.
El paciente de 70 años de edad en cuyo cuerpo fue implantado fue diagnosticado por médicos con un tumor maligno del hueso del hombro que forma parte de la articulación del mismo hombro. Esto provocó que los médicos enfrentaran una situación problemática, ya que la presión extensa en esta área crea una discapacidad funcional grave debido al daño en la articulación del hombro. Como resultado, se decidió imprimir un implante de titanio en una impresora 3D que fue personalizada para el paciente.
El uso de la impresión 3D permite a los médicos cortar ampliamente el área del tumor y asegurarse de que se conserve la articulación del hombro.
“Esta técnica de implantes personalizados es un gran avance en oncología”, dijo el Prof. Bickels, director de la Unidad de Oncología Ortopédica, quien realizó la cirugía compleja. Añadió: “Tuvimos que encontrar una solución sofisticada para extirpar el tumor y preservar la capacidad funcional del paciente”. El uso de un implante personalizado permite la resección extensa del tumor y preserva la articulación del hombro.
Se completó la operación de manera segura y el área bajo cirugía sin efectos secundarios especiales. Ahora está en proceso de ser rehabilitado y está volviendo lentamente a la función completa.
La técnica de implantación se realiza mediante programas informáticos especializados basados en pruebas de imagen como la tomografía computarizada y la resonancia magnética para crear un modelo tridimensional del tumor y el órgano en el que se encuentra, y para planificar la disección y la estructura del implante para restaurar el tejido perdido después de la extirpación del tumor.
El proceso de impresión en sí dura aproximadamente 10 horas y se realiza utilizando un archivo enviado a la impresora 3D desde el software especial. “Hoy en día, el uso de impresoras tridimensionales es la única opción para crear implantes complejos texturizados y complejos”, dijo el profesor Bickels. “Estas tecnologías se están asimilando actualmente en el sistema quirúrgico del Hospital Hillel Yaffe, para que los equipos de cirujanos los utilicen en los distintos departamentos”.