¿Puede la inteligencia artificial entender el humor humano? Según Fei-Fei Li, profesor del Departamento de Informática de la Universidad de Stanford y codirector del Instituto de IA centrado en el ser humano de Stanford, la respuesta es: todavía no.
“La tecnología de hoy en día aún no está ahí”, informó durante un evento en línea organizado por la compañía Zebra Medical Vision, con sede en el kibutz Shefayim, el martes. “¿Qué es el humor? ¿Qué clase de sentimiento conlleva? El humor requiere un razonamiento profundo y matizado que no es una fortaleza de la IA actual”.
Ex vicepresidenta de Google y una de las expertas mundiales en el campo de la visión por computador, en la charla Li destacó cuántos investigadores israelíes la han impactado a lo largo de su carrera.
“Tenía muchas ganas de visitar Israel en persona para este evento, pero el coronavirus me ha impedido hacerlo. Será necesario que ocurra en el futuro”, añadió.
En la conferencia, la profesora se centró en diferentes proyectos para dar forma al futuro de la inteligencia artificial garantizando un enfoque más ético, un objetivo que Zebra, una empresa de salud que prueba el diagnóstico de imagen médica basado en la IA, también lo comparte.
Junto con las tremendas oportunidades, Li reconoció cómo las nuevas tecnologías desarrolladas corren el riesgo de aumentar problemas como una mayor brecha entre generaciones en la interacción con las máquinas, pero también el desplazamiento del trabajo, los prejuicios y las infracciones de la privacidad.
“Por esta razón, creemos en un enfoque diferente de la IA, un enfoque centrado en el ser humano”, señaló, explicando que el objetivo es llevar a cabo investigaciones preocupadas por su impacto humano, con la idea de aumentar las capacidades de las personas en lugar de sustituirlas, así como inspirándose en la inteligencia humana.
Entre los proyectos ilustrados por el informático estaba el trabajo para reducir el sesgo en el reconocimiento facial de la IA.
“El algoritmo de reconocimiento facial de vanguardia de hoy en día está sesgado en el reconocimiento de personas de diferentes razas, géneros y orígenes. ¿Cómo podemos mitigar el sesgo del aprendizaje automático para que sea justo? Resulta que hay toda una serie de soluciones, empezando por los conjuntos de datos y los algoritmos”, explicó.
Li anunció que la IA también puede tener un impacto significativo en la atención sanitaria, desde mejorar su prestación hasta ayudar a reimaginar sus políticas.
El futuro de la IA, argumentó el científico, es el desarrollo de la capacidad de interactuar con el mundo circundante.
“¿Es el aprendizaje profundo de hoy lo suficientemente bueno para que la IA forme un entendimiento del comportamiento humano y de la interacción con los humanos? La respuesta corta es no”, indicó. “La IA actual es poderosa pero estática, impulsada por simples funciones de recompensa, mientras que la inteligencia humana es dinámica, multisensorial, compleja, incierta e interactiva. La próxima ola de investigación de la IA se va a centrar en esta percepción e interacción mucho más activa con el mundo real”.