La gente intenta constantemente comprender las experiencias de los demás, pero es algo muy difícil de hacer. Ahora, investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Néguev y del Colegio Académico de Tel Aviv-Jaffa han desarrollado un marco para comparar las experiencias subjetivas y revelar la actividad cerebral responsable de las mismas, informó el miércoles la BGU.
El Dr. Moti Salti, experto en imágenes cerebrales de la BGU, y la Dra. Dafna Bergerbest, especialista en cognición del Colegio Académico, publicaron su marco en la revista Perspectives on Psychological Science, revisada por expertos, en julio.
Las personas utilizan diferentes atributos del mundo físico para construir su experiencia subjetiva del mismo. Esta experiencia se denomina qualia, según la BGU.
En el estudio, los investigadores explicaron que los qualia se rigen por un “principio de idiosincrasia” y que dependen de una “composición idiosincrática de las propiedades físicas: la función de transferencia individual entre el mundo y su representación mental”.
Sin embargo, el proceso de transferencia de estos atributos del mundo a la experiencia individual es muy difícil de cartografiar, porque no tenemos criterios objetivos para la experiencia subjetiva, según el estudio.
Salti y Bergerbest recomendaron centrarse en la numerosidad, la experiencia subjetiva de la cantidad, para identificar criterios objetivos, proponiendo un plan de investigación que permita cartografiar las funciones de transferencia individuales tanto a nivel conductual como neuronal.

Observaciones de los investigadores
“Si tiras 20 judías en una mesa y pides a dos personas que te digan cuántas hay, una podría decirte 22 y la otra 18”, dijo Salti. “Nuestro objetivo es revelar y cuantificar todos los parámetros que subyacen a esta experiencia subjetiva. Una vez que delineemos estas funciones de transferencia individuales, podremos comparar unas con otras”.
Los investigadores pretenden crear un mapa del cerebro que muestre cómo procesa las experiencias subjetivas y proporcionar criterios objetivos con los que comparar estas experiencias.
“Los investigadores que estudian la conciencia deberían considerar una vía adicional”, dice el estudio. “En lugar de describir la rojez del rojo, sugerimos empezar con la ‘séptima’ del siete”.