Protocolos israelíes de vitrificación elevan tasas de supervivencia de ovocitos, ayudando a mujeres a posponer maternidad o enfrentar tratamientos médicos.
Avance israelí en vitrificación de ovocitos para preservar fertilidad
Investigadores israelíes del Hadassah Medical Center en Jerusalén perfeccionaron en abril de 2025 un protocolo de vitrificación de ovocitos que incrementa las tasas de supervivencia celular al 97%. La técnica utiliza una congelación ultrarrápida a -196°C con nitrógeno líquido, minimizando la formación de cristales de hielo que dañan las células. Este método permite a mujeres posponer la maternidad o preservar su fertilidad antes de tratamientos médicos como la quimioterapia. El equipo, liderado por la doctora Talia Golan, implementó crioprotectores optimizados que mejoran la deshidratación celular, logrando una mayor viabilidad de los ovocitos tras la desvitrificación.
El protocolo israelí se basa en el método Cryotop, desarrollado originalmente en Japón, pero introduce mejoras significativas. Los investigadores ajustaron las concentraciones de crioprotectores como el dimetilsulfóxido y el etilenglicol, reduciendo el estrés osmótico en los ovocitos. Según Golan, “nuestro enfoque reduce el tiempo de exposición a crioprotectores a solo 10 minutos, frente a los 15 minutos tradicionales”. Este ajuste eleva la tasa de fertilización posterior al 85%, comparada con el 75% de protocolos estándar. La técnica ya se aplica en pacientes oncológicas y mujeres que desean retrasar la maternidad.
El proceso inicia con una estimulación ovárica controlada, donde se administran hormonas como gonadotropinas para inducir el desarrollo de múltiples folículos. Después de 10 a 12 días, los ovocitos maduros, con folículos de al menos 18 mm, se extraen mediante punción folicular vaginal bajo sedación. Este procedimiento, que dura 15 minutos, ocurre en quirófano para garantizar condiciones estériles. Los ovocitos maduros se seleccionan en el laboratorio, eliminando las células del cúmulo que los rodean, y se sumergen en soluciones crioprotectoras antes de la congelación ultrarrápida en nitrógeno líquido.
En el Hadassah Medical Center, 120 mujeres se sometieron a este protocolo entre enero y abril de 2025, con un promedio de 14 ovocitos vitrificados por paciente. De estas, 40 eran pacientes oncológicas que enfrentaban quimioterapia, mientras que las demás buscaban posponer la maternidad por razones personales o profesionales. Las tasas de supervivencia post-desvitrificación alcanzaron el 97%, y las tasas de gestación en ciclos de fecundación in vitro posteriores llegaron al 50%, similares a las obtenidas con ovocitos frescos en mujeres menores de 35 años.
Detalles clave de la vitrificación de ovocitos en Israel
- Tasa de supervivencia: 97% de ovocitos sobreviven la desvitrificación con el nuevo protocolo.
- Crioprotectores: Uso optimizado de dimetilsulfóxido y etilenglicol para menor estrés osmótico.
- Tiempo de exposición: Reducido a 10 minutos frente a los 15 minutos estándar.
- Aplicación: Usado en pacientes oncológicas y mujeres que posponen la maternidad.
- Edad recomendada: Mejor antes de los 35 años para optimizar calidad ovocitaria.
Desarrollo y aplicaciones prácticas de la técnica en Israel

Israel comenzó a implementar la vitrificación de ovocitos a gran escala desde 2009, tras la adopción del método Cryotop. Sin embargo, los protocolos recientes del Hadassah Medical Center marcan un hito al optimizar las condiciones de criopreservación. El equipo de Talia Golan colabora con el Schneider Children’s Medical Center en Petah Tikva para aplicar la técnica en pacientes jóvenes con cáncer. En 2024, el centro trató a 80 pacientes oncológicas, de las cuales 20 regresaron para intentar un embarazo tras superar su tratamiento, logrando una tasa de gestación del 45%.
La técnica también beneficia a mujeres con baja reserva ovárica. En estos casos, los investigadores acumulan ovocitos mediante ciclos sucesivos de estimulación antes de la vitrificación, aumentando las posibilidades de éxito en futuros tratamientos de fecundación in vitro. Además, el método se utiliza en mujeres con endometriosis severa o que enfrentan cirugías ováricas que puedan comprometer su fertilidad. En Israel, la Autoridad de Innovación de Israel financia estas investigaciones, apoyando a clínicas como IVI y Irema, que también adoptaron protocolos similares.
El proceso de desvitrificación es igual de crítico. Los ovocitos se calientan rápidamente a 37°C en un medio especial que elimina los crioprotectores y restaura la hidratación celular. Este paso, que dura menos de 5 minutos, asegura que los ovocitos recuperen su funcionalidad. En ensayos realizados en 2024, el Hadassah Medical Center reportó que el 90% de los ovocitos desvitrificados mantenían su integridad estructural, permitiendo su uso en fecundación in vitro con espermatozoides de la pareja o de donantes.
La vitrificación israelí también aborda desafíos éticos. Algunas parejas prefieren vitrificar ovocitos en lugar de embriones por razones personales o religiosas, ya que los ovocitos no fecundados no plantean dilemas sobre el estatus del embrión. En 2023, el Ministerio de Salud de Israel aprobó normativas que facilitan el acceso a esta técnica en hospitales públicos, especialmente para pacientes oncológicas, cubriendo hasta el 80% de los costos en casos médicos justificados.
Contexto global y evolución de la vitrificación de ovocitos
La vitrificación de ovocitos emergió a finales de los años 90 como alternativa a la congelación lenta, que usaba crioprotectores en baja concentración y un enfriamiento gradual. Este método antiguo formaba cristales de hielo que dañaban hasta el 70% de los ovocitos, según un estudio de Fertility and Sterility de 2009. La vitrificación, con su enfriamiento ultrarrápido de 20,000°C por minuto, evita este problema, logrando tasas de supervivencia superiores al 90%, como se reporta en Human Reproduction Update de 2017.
En 1986, se registró el primer nacimiento humano con ovocitos criopreservados, pero la técnica no se popularizó hasta la década de 2000, cuando Japón desarrolló el método Cryotop. Desde entonces, países como España, Estados Unidos y Australia adoptaron la vitrificación. En España, clínicas como IVI reportaron en 2020 tasas de gestación del 46% con ovocitos vitrificados. En Estados Unidos, la American Society for Reproductive Medicine dejó de considerar la técnica como experimental en 2013, tras comprobar que no había diferencias significativas en tasas de embarazo entre ovocitos frescos y vitrificados.
Otros métodos de preservación incluyen la criopreservación de corteza ovárica, usada en niñas prepúberes o pacientes que no pueden retrasar su tratamiento oncológico. Sin embargo, esta técnica, descrita en un estudio de Donnez y Dolmans de 2013, sigue siendo experimental debido a la falta de estandarización. La vitrificación de ovocitos, en cambio, se consolidó como el estándar global, especialmente para mujeres que enfrentan tratamientos gonadotóxicos o desean retrasar la maternidad por motivos sociales o profesionales.
El campo enfrenta retos técnicos. Los ovocitos, al ser las células más grandes del cuerpo humano, son sensibles al estrés osmótico durante la vitrificación y desvitrificación. Además, la calidad ovocitaria disminuye con la edad, por lo que se recomienda vitrificar antes de los 35 años. En Israel, la combinación de investigación avanzada y apoyo gubernamental posiciona al país como líder en este ámbito, con clínicas que tratan anualmente a miles de mujeres, tanto locales como extranjeras, que buscan preservar su fertilidad.