En 2020, el gobierno de Israel confiscó archivos cruciales de la empresa de piratería cibernética NSO Group, con el aparente propósito de evitar que fueran citados en un caso judicial estadounidense contra la compañía, según informó The Guardian.
El periódico señala que documentos filtrados revelan que Jerusalén temía que la información contenida en dichos archivos pudiera causar “serios daños diplomáticos y de seguridad” a Israel. La demanda contra NSO fue presentada por WhatsApp, propiedad de Meta, en relación con el software espía Pegasus. Este software permite a los gobiernos hackear prácticamente cualquier teléfono y acceder a sus datos, micrófono y cámaras. WhatsApp acusa a NSO de hackear sus servidores para acceder a los teléfonos de sus usuarios.
Según The Guardian, la confiscación de documentos por parte de Israel fue coordinada con NSO y tenía como objetivo directo frustrar los esfuerzos de WhatsApp por obtenerlos durante el proceso de descubrimiento del caso. Además, el informe indica que el gobierno israelí encubrió esta acción mediante una orden judicial que prohíbe revelar los detalles de sus operaciones.