El ministro de Agricultura, Oded Forer, está promoviendo un programa plurianual para el desarrollo de la ciudad de Eilat y la región de Eilat como centro internacional de investigación y desarrollo de alimentos procedentes del mar y del desierto.
El programa se centrará en la investigación y aplicación internacional en los campos de los alimentos procedentes del mar y del desierto, la biotecnología marina y la acuicultura, al tiempo que promoverá el crecimiento económico y aumentará la diversidad del empleo, además de reforzar la seguridad alimentaria de Israel. El programa, cuya finalización está prevista para 2026, cuenta con un presupuesto de 170 millones de NIS.
“La región tiene todas las características y elementos potenciales para convertirse en un centro mundial de alimentos procedentes del mar y del desierto. Por lo tanto, el programa tiene implicaciones estratégicas nacionales de gran alcance, y la capacidad de asegurar futuras fuentes de alimentos para la población”, dijo Forer.
“A la luz de los incentivos gubernamentales previstos, se espera que dentro de 5 años se añadan a la zona unos 900 puestos de trabajo, y dentro de 10 años, con la maduración de la industria de alta tecnología en la zona, unos 250 más. Se espera que el impacto económico total en la zona sea de 15.300 millones brutos en 30 años”, añadió Forer.
Se prevé que la población mundial pase de unos 8.000 millones a 9.900 millones en 2050. Este aumento, junto con el cambio climático y la subida del nivel del mar, reducirá la disponibilidad de recursos hídricos y de tierras agrícolas, creando una nueva realidad en cuanto al crecimiento de la agricultura y repercutiendo drásticamente en la diversidad, calidad y disponibilidad de los alimentos.
Otro desafío mundial para la producción de alimentos es la desertificación, proceso por el cual la tierra que antes se utilizaba para la agricultura se vuelve árida, haciendo que el suelo deje de ser fértil.
Ante los retos del cambio climático y los procesos de desertificación, y con el fin de reforzar la seguridad alimentaria de Israel, el ministro de Agricultura, Oded Forer, promovió el programa.
El programa pretende mejorar significativamente la calidad de vida de los residentes de la zona mediante el desarrollo de motores de crecimiento, innovación y capacidad de producción de alimentos procedentes del mar y del desierto y la transformación de la región en un centro nacional e internacional de investigación y desarrollo en los campos de la biotecnología marina y la agricultura del agua y del desierto.
La decisión aprovecha las ventajas relativas de la zona, como su clima único (desierto árido o semiárido) y la gran profundidad de su litoral, que permite a los investigadores tener en cuenta fácilmente los aspectos medioambientales.