Investigadores de la Universidad Hebrea diseñan prueba que detecta el Parkinson antes de síntomas, con un 86 % de precisión diagnóstica.
Científicos usan ARN de transferencia para detectar Parkinson temprano
Un equipo de investigadores israelíes liderado por la profesora Hermona Soreq, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, creó una prueba de sangre que permite identificar signos tempranos del Parkinson antes de que aparezcan los síntomas. La investigación se centró en fragmentos de ARN de transferencia (tRF), que tradicionalmente se han ignorado en estudios relacionados con esta enfermedad neurodegenerativa.
Soreq explicó que la mayoría de los diagnósticos de Parkinson se realizan cuando el daño cerebral ya es considerable. Señaló que esta nueva prueba, al ser simple y poco invasiva, permitiría iniciar tratamientos mucho antes. “Ahora tenemos un análisis de sangre simple y mínimamente invasivo”, declaró a The Times of Israel. El descubrimiento fue publicado en la revista científica Nature Aging.
La investigación fue realizada por el estudiante de doctorado Nimrod Madrer, bajo la supervisión de Soreq, en colaboración con el Dr. Iddo Paldor del Centro Médico Shaare Zedek y el Dr. Eyal Soreq de la Universidad de Surrey e Imperial College de Londres.
Madrer decidió investigar los fragmentos de ARNt tras completar otra investigación con Soreq. Según explicó, notó un patrón particular en los datos al analizarlos con herramientas adquiridas durante su servicio en la unidad de inteligencia 8200 del ejército israelí.
Datos clave sobre la nueva prueba de detección del Parkinson
- Detecta la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas motores.
- Se basa en fragmentos de ARNt conocidos como tRF, incluidos los RGTTCRA-tRF.
- Utiliza una técnica similar a la prueba PCR empleada para COVID-19.
- Identifica diferencias significativas en biomarcadores entre pacientes y personas sanas.
- Alcanza una precisión del 86 % en la detección de casos presintomáticos.
- Está en fase de validación para su aprobación por la FDA.
Descubren patrones exclusivos en fragmentos de ARN en pacientes
Durante su tiempo en la reserva militar tras el ataque del 7 de octubre de 2023, Madrer continuó revisando su investigación. Observó una secuencia repetitiva en fragmentos de ARNt en muestras de pacientes con Parkinson. Según explicó, su experiencia en inteligencia militar le permitió detectar esos patrones ocultos en los datos científicos.
Al compartir sus hallazgos con Soreq, esta confirmó que el patrón era exclusivo de los pacientes con Parkinson. Se enfocaron entonces en identificar los fragmentos RGTTCRA, compuestos por siete componentes básicos de ARN y ADN. También descubrieron otro grupo de fragmentos relacionados con las mitocondrias, estructuras celulares cuya disfunción se vincula con la enfermedad.
Los investigadores detectaron que los niveles de RGTTCRA-tRF eran más altos y los fragmentos mitocondriales más bajos en pacientes enfermos en comparación con sujetos sanos. A partir de esta diferencia, desarrollaron un modelo para medir la proporción entre ambos biomarcadores.
Esta proporción resultó ser un marcador efectivo para distinguir a quienes desarrollan Parkinson en fases iniciales de los individuos sanos, incluso cuando no presentan síntomas evidentes.
Análisis de sangre supera precisión de métodos diagnósticos actuales
Para validar el análisis, el equipo trabajó con muestras de sangre de 60 pacientes con Parkinson y 60 individuos sanos, obtenidas de la Fundación Michael J. Fox. Los participantes fueron emparejados en edad, sexo, antecedentes genéticos y origen étnico para asegurar condiciones homogéneas.
Los pacientes seleccionados presentaban señales iniciales de Parkinson, como trastornos del sueño y pérdida del olfato, pero no mostraban síntomas clásicos como temblores. La prueba evaluó la proporción entre RGTTCRA-tRF y tRF mitocondriales para predecir la condición clínica mediante un algoritmo de aprendizaje automático.
Los resultados del estudio indicaron que la prueba alcanzó una efectividad del 86 % al diferenciar entre sujetos sanos y pacientes presintomáticos. Esta tasa supera significativamente la precisión de las herramientas diagnósticas actuales para el Parkinson.
Según Madrer, el objetivo es lograr que cualquier médico pueda aplicar este análisis de forma rutinaria, especialmente a personas mayores de 65 años, como medida preventiva para detectar la enfermedad de forma anticipada.
Investigadores buscan ampliar estudio y entender el mecanismo
Los científicos han iniciado conversaciones con empresas farmacéuticas para realizar pruebas a mayor escala. Aspiran a evaluar la prueba en una cohorte más amplia y diversa, lo cual es fundamental para obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA).
Además del objetivo clínico, el equipo trabaja para identificar el mecanismo biológico que provoca los cambios en los niveles de tRF observados. Aún no está claro si estos fragmentos son la causa del Parkinson o una consecuencia de su desarrollo.
“Todavía tenemos un largo camino por recorrer”, indicó Madrer, quien expresó su esperanza de que entender este mecanismo ayude en el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas.
Soreq destacó que la investigación de estos fragmentos de ARN, considerados antes como desechos celulares, podría ser clave para entender la progresión del Parkinson. “La naturaleza no permite la basura. Si está ahí, entonces hace algo”, concluyó.