Israel Aerospace Industries desarrolla satélites con resolución de 0,5 metros y larga vida útil para observaciones astrofísicas y monitoreo terrestre.
Tecnología satelital israelí para observaciones astrofísicas
Israel Aerospace Industries (IAI) produce satélites con resolución nativa superior a 0,5 metros, diseñados para observaciones astrofísicas y monitoreo terrestre. La empresa ha integrado materiales avanzados y sistemas ópticos que garantizan imágenes de alta calidad y una vida útil prolongada, alcanzando hasta 14 años en órbita. El satélite EROS-B, lanzado en 2006, utiliza una cámara pancromática con resolución de 0,7 metros, capturando imágenes detalladas de fenómenos terrestres y cósmicos desde una órbita de 500 kilómetros. Estos sistemas soportan aplicaciones en astrofísica, como el estudio de eventos cósmicos, y en monitoreo terrestre, incluyendo desastres naturales y cambios ambientales.
Los satélites de IAI emplean materiales compuestos ligeros y resistentes, como polímeros reforzados con fibra de carbono, que minimizan el peso y maximizan la durabilidad frente a condiciones extremas del espacio, como radiación y fluctuaciones térmicas. La plataforma OPTSAT-3000, utilizada en satélites como Ofeq-11, incorpora un bus satelital estabilizado en tres ejes, con actuadores de ruedas de reacción y sensores estelares para un posicionamiento preciso. Esta tecnología permite capturar imágenes con resolución de 0,5 metros, incluso en condiciones adversas, y transmitir datos a velocidades de hasta 280 Mbit/s, según especificaciones de ImageSat International.
El desarrollo de estos satélites responde a la demanda de sistemas robustos para misiones prolongadas. IAI colabora con Elbit Systems para integrar cámaras de alta resolución, como la Jupiter Space, que equipa al satélite Ofeq-16, lanzado en 2020. Esta cámara, con un apertura de 700 mm, captura imágenes de 15 kilómetros cuadrados por toma, con una resolución de 0,5 metros desde 600 kilómetros de altitud. Los materiales utilizados, incluyendo aleaciones de aluminio y titanio, aseguran estabilidad estructural y resistencia a vibraciones durante el lanzamiento y operación en órbita.
La experiencia de IAI en programas espaciales militares, como la serie Ofeq, ha permitido trasladar avances a aplicaciones civiles. El satélite VENµS, lanzado en 2017 en colaboración con el Centre National d’Études Spatiales (CNES) de Francia, monitorea desertificación y cambios climáticos con cámaras de alta resolución. Este satélite, con una vida útil proyectada de 4,5 años, orbita la Tierra 23.800 veces, capturando imágenes que apoyan la investigación de fenómenos terrestres y astrofísicos.

Datos clave sobre satélites de alta resolución de IAI
- Resolución: Superior a 0,5 metros, permite identificar objetos de 50 cm desde 600 km de altitud.
- Materiales: Polímeros reforzados, aluminio y titanio para resistencia a radiación y vibraciones.
- Vida útil: Hasta 14 años, como en el caso del satélite EROS-B, lanzado en 2006.
- Aplicaciones: Observación astrofísica, monitoreo de desastres naturales y cambios climáticos.
- Colaboradores: Elbit Systems para cámaras y CNES para proyectos como VENµS.
Materiales avanzados en satélites de IAI
Los satélites de IAI integran materiales diseñados para soportar el entorno espacial. Los paneles solares, fabricados con células de arseniuro de galio, ofrecen alta eficiencia energética y resistencia a la degradación por radiación. Los sistemas térmicos, basados en recubrimientos de control térmico y radiadores, mantienen temperaturas operativas estables. Estas innovaciones, aplicadas en satélites como EROS-B y Ofeq-16, permiten misiones de larga duración sin comprometer la calidad de los datos. La empresa también utiliza sistemas de propulsión de hidracina, desarrollados por Rafael Advanced Defense Systems, para ajustes precisos de órbita.
La serie Ofeq, iniciada en 1988, ha evolucionado hacia plataformas más ligeras y eficientes. Ofeq-3, lanzado en 1995, fue el primero con un sistema óptico operativo, con resolución de dos metros. En contraste, Ofeq-16 alcanza 0,5 metros, gracias a mejoras en sensores y materiales. La plataforma OPTSAT-3000, introducida en 2010, reduce el peso a 400 kilogramos, frente a los 800 kilogramos de modelos anteriores, optimizando costos de lanzamiento y maniobrabilidad en órbita.
Los satélites de IAI también destacan por su autonomía. Equipados con giroscopios, sensores solares y magnetómetros, ajustan su posición sin intervención constante desde tierra. Esta capacidad, implementada en Ofeq-11 y OPTSAT-3000, permite capturar imágenes de áreas específicas con alta frecuencia, crucial para el monitoreo de fenómenos dinámicos como erupciones volcánicas o tormentas solares. La transmisión de datos, optimizada por enlaces de alta velocidad, asegura la entrega rápida de imágenes a estaciones terrestres.
El programa AMOS, enfocado en satélites de comunicaciones, comparte tecnologías con los sistemas de observación. AMOS-3, lanzado en 2008, utiliza materiales similares para garantizar durabilidad en órbita geoestacionaria. Esta sinergia entre programas refuerza la capacidad de IAI para desarrollar satélites versátiles, aplicables tanto en astrofísica como en monitoreo terrestre.
Impacto en astrofísica y monitoreo terrestre
Los satélites de IAI han ampliado las capacidades de observación astrofísica. ULTRASAT, un proyecto en desarrollo con el Weizmann Institute y Caltech/JPL, observará fenómenos transitorios en ultravioleta con un campo de visión de 200 grados cuadrados. Con una resolución proyectada de 5 metros, este satélite, previsto para 2026, detectará eventos cósmicos 30 veces más rápido que su predecesor, GALEX. Su diseño compacto, basado en materiales ligeros, reduce costos y permite integrarlo como carga secundaria en lanzamientos comerciales.
En monitoreo terrestre, VENµS captura imágenes de alta resolución para estudiar desertificación, erosión y contaminación. Sus datos, procesados por CNES y la Israel Space Agency, apoyan modelos climáticos y estrategias de mitigación de desastres. EROS-B, operativo desde 2006, ha proporcionado imágenes para análisis de incendios forestales y cambios en la cobertura vegetal, con una resolución que permite identificar estructuras pequeñas en áreas urbanas.
La colaboración internacional fortalece estos avances. IAI trabaja con Italia en OPTSAT-3000, un satélite para el Ministerio de Defensa italiano, interoperable con la constelación COSMO-SkyMed. Este sistema combina datos ópticos y de radar, mejorando la precisión en aplicaciones de defensa y civiles. La experiencia de IAI en programas como RISAT-2, con un sensor SAR de banda X para la Indian Space Research Organization, demuestra su capacidad para adaptar tecnologías a necesidades específicas.
Israel, como uno de los 13 países con capacidad de lanzamiento propia, ha consolidado su posición en el sector espacial. La Israel Space Agency, fundada en 1983, coordina programas que integran investigación académica y desarrollo industrial. IAI, con su fábrica Mabat en Yehud, lidera la producción de satélites, apoyada por empresas como Rokar y Cielo. Estos esfuerzos han posicionado al país como un actor clave en la observación de alta resolución, con aplicaciones que abarcan desde la astrofísica hasta la gestión de recursos terrestres.