Investigadores israelíes liderados por Raphael Mechoulam desarrollan protocolos de cannabis medicinal para aliviar dolor crónico en cáncer y esclerosis múltiple.
Pioneros israelíes lideran uso médico del cannabis
Raphael Mechoulam, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, ha posicionado a Israel como líder mundial en el uso de cannabis medicinal para tratar el dolor crónico. En 1964, Mechoulam aisló el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD), componentes principales del cannabis, lo que permitió comprender sus propiedades terapéuticas. Sus investigaciones han facilitado que 27.000 pacientes en Israel accedan a tratamientos con cannabis bajo la regulación del Ministerio de Salud, según datos de 2020. Estos tratamientos alivian el dolor en enfermedades como cáncer, esclerosis múltiple y fibromialgia.
Los protocolos israelíes optimizan la administración de THC y CBD para maximizar el alivio del dolor y reducir efectos adversos. Un estudio de 2018 en el European Journal of Internal Medicine evaluó a 2.700 pacientes mayores de 65 años y encontró que el 93.7% reportó mejoras tras seis meses de tratamiento con cannabis. Además, el uso de opioides disminuyó significativamente, abordando una crisis global de adicción. Los médicos ajustan las dosis según la condición del paciente, utilizando formas como aceites, inhaladores y capsulas.
Mechoulam descubrió el sistema endocannabinoide en la década de 1990, un avance que explicó cómo los cannabinoides interactúan con el cuerpo. Este sistema regula el dolor, la inflamación y el sueño, y su estudio ha permitido desarrollar terapias específicas. Por ejemplo, el CBD reduce la inflamación en la artritis reumatoide, mientras que el THC alivia el dolor neuropático. Estos hallazgos han inspirado más de 110 ensayos clínicos en Israel en 2017, según el Centro Multidisciplinario para la Investigación del Cannabis.
El programa de cannabis medicinal de Israel, iniciado en los años 1990, permite a médicos autorizados prescribir cannabis para condiciones crónicas y terminales. El Ministerio de Salud supervisa la producción y distribución, garantizando calidad médica. Mechoulam destacó la importancia de la estandarización, afirmando: “No hay cannabis medicinal genérico; cada condición requiere una composición específica”. Este enfoque ha reducido el estigma y promovido la aceptación del cannabis en la medicina moderna.
Claves del cannabis medicinal en Israel
- Inicio del programa: Legalizado en los 1990, pionero a nivel global.
- Pacientes tratados: 27.000 reciben cannabis medicinal, según datos de 2020.
- Condiciones aprobadas: Cáncer, esclerosis múltiple, fibromialgia, Crohn.
- Ensayos clínicos: Más de 110 estudios en 2017 por la Universidad Hebrea.
- Regulación estricta: Ministerio de Salud controla producción y prescripción.
Impacto global de la investigación israelí

Los protocolos de Israel han influido en políticas de salud en Europa y América. En 2019, un estudio del Centro de Investigación del Dolor de Jerusalén demostró que el CBD alivia el dolor en la fibromialgia, lo que llevó a su inclusión en guías clínicas europeas. La exportación de cannabis medicinal, aprobada en 2019, ha fortalecido la industria, atrayendo inversiones internacionales. Empresas como Therapix Biosciences en Tel Aviv desarrollan cannabinoides sintéticos, como el THX-100, aprobado por la FDA para ensayos en dolor lumbar.
Mechoulam, muerto en marzo de 2023 a los 92 años, dejó un legado en el Centro Multidisciplinario para la Investigación del Cannabis, fundado en 2017. Sus investigaciones han inspirado estudios en Canadá, Alemania y Australia. En 2020, Mechoulam recibió el Premio Harvey, un reconocimiento a sus contribuciones a la ciencia médica, considerado un precursor del Premio Nobel. Su trabajo ha permitido que pacientes con dolor crónico accedan a tratamientos más seguros.
La investigación israelí también aborda efectos secundarios. Los médicos ajustan las dosis para minimizar mareos o fatiga, según un estudio de 2015 en el Journal of Pain, que encontró que el 80% de los pacientes tolera el cannabis con ajustes personalizados. Este enfoque ha influido en países como Reino Unido, donde el CBD se prescribe para la epilepsia. La granja de cultivo Breath of Life, con 90.000 metros cuadrados, apoya la producción masiva de cannabis medicinal.
El gobierno israelí invierte en investigación y formación médica. En 2025, un proyecto de ley busca simplificar las regulaciones y expandir el acceso en zonas rurales. Esta iniciativa también regula la comercialización y exportación, fortaleciendo la posición de Israel en el mercado global. La estandarización de cepas sigue siendo un objetivo clave, como señaló Mechoulam: “Sin productos definidos, no podemos hablar de un medicamento”.
Contexto histórico y desafíos pendientes
Mechoulam comenzó su trabajo en los años 1960, cuando el cannabis era ilegal en Israel. Obtuvo cinco kilogramos de hachís de una comisaría para sus estudios, un hecho que marcó el inicio de su investigación. En 1992, su equipo identificó la anandamida, un endocannabinoide que imita al THC, consolidando la relevancia del sistema endocannabinoide. Este descubrimiento abrió nuevas líneas de investigación en neurociencia y farmacología.
El programa israelí enfrenta retos, como la necesidad de más médicos capacitados. Solo un grupo reducido puede prescribir cannabis, lo que limita el acceso en áreas remotas. La International Association for the Study of Pain señaló en 2021 que faltan estudios de alta calidad para respaldar el uso universal del cannabis. Los investigadores trabajan en estandarizar cepas, un proceso complejo debido a la variabilidad de la planta.
La investigación israelí ha inspirado documentales como Prescribed Grass (2009), que muestra los beneficios del cannabis en pacientes con Parkinson. Estos esfuerzos han sensibilizado a legisladores y al público, consolidando el apoyo al programa. En 2017, Israel realizó más ensayos clínicos sobre cannabis que Estados Unidos, según Mechoulam, destacando su liderazgo en el campo.
La despenalización progresiva del cannabis en Israel ha facilitado la investigación y el acceso. Las patentes israelíes atraen a empresas globales, y la conferencia CannaTech en Tel Aviv promueve avances científicos. Hoy, Israel lidera la ciencia del cannabis y establece un modelo para su aplicación clínica en el mundo.