Un esteroide barato que puede ayudar a salvar las vidas de los pacientes con COVID-19 severo está ahora en uso en los hospitales israelíes.
Los resultados de los ensayos anunciados el martes por investigadores en Gran Bretaña mostraron que la dexametasona, un fármaco genérico utilizado desde los años 60 para reducir la inflamación en enfermedades como la artritis, redujo las tasas de mortalidad en alrededor de un tercio entre los pacientes con coronavirus más graves ingresados en el hospital.
Eso lo convierte en la primera droga que se ha demostrado que salva vidas en la lucha contra la enfermedad. Los países se apresuran en asegurarse de que tienen suficientes recursos, aunque los funcionarios médicos mencionan que no hay escasez.
Israel, que no participó en el ensayo clínico, ha dispensado el medicamento a docenas de pacientes con coronavirus en estado grave en el Centro Médico Sheba de Ramat Gan, el Centro Médico Hadassah de Jerusalén y el Hospital Ichilov de Tel Aviv.
El profesor Ronen Ben-Ami, especialista en medicina interna y enfermedades infecciosas, además de director de la Unidad de Enfermedades Infecciosas de Ichilov, afirma que el fármaco ha tenido algunos resultados positivos en Israel, y que algunos pacientes no han llegado a la fase de necesitar un respoirados.
“Hay un enfoque que señala que los pacientes deben ser tratados con medicamentos que reduzcan la respuesta inflamatoria del cuerpo (cuando el tejido del cuerpo se hincha como respuesta a un agente externo) a la enfermedad”, añadió.
“La enfermedad es la que causa una reacción inflamatoria. Los esteroides son medicamentos que pueden suprimir la respuesta inmunológica”, concluyó.
Brotes verdes de esperanza
El miércoles, la Organización Mundial de la Salud anunció que la droga debería reservarse para casos graves en los que se ha demostrado que proporciona beneficios.
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, indicó que la investigación estaba por fin dando “brotes verdes de esperanza” en el tratamiento del virus, que ha matado a más de 400 mil personas en todo el mundo e infectado a más de 8 millones.
Algunos médicos fueron cautelosos, citando posibles efectos secundarios y pidiendo ver más datos.
Un paciente en Dinamarca recibió dexametasona el miércoles, informó la agencia de noticias local Ritzau. El médico que prescribió la droga señaló que la profesión médica conocía bien sus efectos secundarios.
El jefe del programa de emergencias de la OMS, Mike Ryan, mencionó que la droga solo debe utilizarse en aquellos casos graves en los que se ha demostrado que ayuda.
“Es excepcionalmente importante en este caso, que la droga se reserve para su uso en pacientes gravemente enfermos y en estado crítico que puedan beneficiarse claramente de esta droga”, declaró en una reunión informativa.
Gran Bretaña ha aumentado la cantidad de dexametasona que tiene en stock y en orden a 240 mil dosis, reportó el Secretario de Salud, Matt Hancock.
La metilprednisolona, un esteroide similar pero menos potente que la dexametasona, se utiliza en Suecia desde marzo, según informó un médico de Estocolmo a los medios de comunicación.
El esteroide se introdujo en la práctica habitual después de que se demostrara su eficacia en un paciente con coronavirus que no mostraba signos de recuperación con otros tratamientos, anunció Lars Falk, del Nuevo Hospital de Karolinska, al Dagens Nyheter de Suecia.
Los resultados del estudio de la dexametasona son preliminares, pero los investigadores del ensayo dijeron que sugiere que el fármaco debería convertirse en la atención estándar en los pacientes gravemente afectados.
No hay bala de plata
En el caso de los pacientes que recibían respiradores, se demostró que el tratamiento reducía la mortalidad en alrededor de un tercio, y en el caso de los pacientes que solo necesitaban oxígeno, las muertes se reducían en alrededor de una quinta parte, según los resultados preliminares compartidos con la OMS.
“Este es el primer tratamiento que se ha demostrado que reduce la mortalidad en pacientes con COVID-19 que requieren oxígeno o apoyo de un respirador”, mencionó Tedros en una declaración a finales del martes.
“La OMS coordinará un meta-análisis para aumentar nuestra comprensión general de esta intervención. La orientación clínica de la OMS se actualizará para reflejar cómo y cuándo se debe utilizar la droga para la COVID-19”, añadió la agencia.
El principal funcionario de salud de Corea del Sur expresó cautela acerca de la dexametasona y tanto la Unión Europea como Suiza señalaron que estaban esperando más información.
Un experto italiano informó que la dexametasona no era una bala de plata.
“El estudio mostró una reducción marginal de las muertes”, señaló Lorenzo Dagna, jefe de inmunología del Instituto Científico San Raffaele del IRCCS en Milán. “Estamos a años luz de poder decir que hemos encontrado la cura contra el coronavirus”.
En el lado positivo, añadió, la droga es barata y abundante.
Como el nuevo coronavirus ha causado estragos en las economías mundiales, algunos países se han apresurado a autorizar el uso de medicamentos de emergencia solo para luego dar marcha atrás.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, por ejemplo, retiró la autorización de emergencia para la hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y otros habían promocionado en contra de la COVID-19, después de que los estudios demostraran que no ayudaba.
La OMS anunció el miércoles que las pruebas de hidroxicloroquina en su gran ensayo multinacional de tratamientos para pacientes con COVID-19 se habían detenido después de que la investigación no mostrara ningún beneficio.
“Ya nos han quemado antes”, informó la Dra. Kathryn Hibbert, directora de la unidad de cuidados intensivos médicos del Hospital General de Massachusetts de Harvard, expresando cautela sobre la dexametasona.