Safe Superintelligence recibió $2.000 millones de inversión de grandes tecnológicas como Google, Nvidia y firmas líderes del capital de riesgo.
SSI capta $2.000 millones y alcanza una valoración récord
Safe Superintelligence (SSI), la startup fundada por Ilya Sutskever, recaudó 2.000 millones de dólares en una ronda liderada por la firma Greenoaks, que aportó 500 millones. En esta operación también participaron Alphabet, matriz de Google, y Nvidia, junto con Andreessen Horowitz, Sequoia Capital, DST Global, SV Angel, Lightspeed Venture Partners y NFDG, de Nat Friedman.
Desde su fundación en junio de 2024, SSI mantiene su sede principal en Silicon Valley y un laboratorio de investigación en Tel Aviv. La empresa fue creada por Ilya Sutskever, ex cofundador de OpenAI; Daniel Gross, exlíder de IA en Apple; y Daniel Levy, exingeniero de OpenAI. Su objetivo principal es desarrollar una superinteligencia artificial segura, más inteligente que los humanos pero sin riesgos asociados.
Hasta el momento, SSI no ha presentado públicamente productos ni tecnologías. Sin embargo, ha priorizado la formación de un equipo técnico de élite sobre la comercialización. Según la compañía, “construir una superinteligencia segura es el problema técnico más importante de nuestro tiempo”.
En septiembre de 2024, la startup ya había recaudado 1.000 millones de dólares y contaba con una valoración de 5.000 millones. Esos fondos se usaron para ampliar su infraestructura y atraer talento de alto nivel, especialmente en Tel Aviv, donde SSI concentra parte de su investigación.
Datos clave sobre la expansión global y respaldo de SSI
- La inversión de Alphabet incluye acceso a Google Cloud y TPUs para investigación avanzada en IA.
- Nvidia, líder en chips para IA, refuerza el desarrollo técnico de SSI con su inversión.
- SSI cuenta con oficinas en Silicon Valley y Tel Aviv, aprovechando ambos ecosistemas.
- Israel alberga más de 2.000 startups tecnológicas y se posiciona como centro global de IA.
- La empresa mantiene una estructura cerrada y evita la exposición pública de sus avances.
Presencia en Tel Aviv fortalece su estrategia de captación de talento
Con el establecimiento de su laboratorio en Tel Aviv, SSI ha apostado por uno de los entornos más dinámicos en investigación y desarrollo de IA. En esta ciudad, la empresa ha iniciado operaciones en nuevas oficinas y comenzó a incorporar ingenieros altamente cualificados, especialmente del ecosistema local.
Israel se ha consolidado como un polo de innovación tecnológica. Entre sus activos se encuentran universidades como el Technion y la Universidad Hebrea, además del reconocido programa tecnológico de la unidad 8200 del ejército israelí, del cual emergen muchos talentos en IA.
El vínculo personal de Ilya Sutskever con Israel, donde creció antes de emigrar a Canadá, ha sido un factor relevante para establecer operaciones en este país. Esta conexión podría facilitar alianzas con centros académicos y tecnológicos locales.
Desde sus primeras etapas, SSI ha optado por mantener un perfil discreto, sin divulgar detalles sobre sus proyectos. Esta estrategia refuerza su enfoque técnico exclusivo, evitando distracciones externas o expectativas comerciales inmediatas.
Modelo de trabajo enfocado exclusivamente en la solución técnica
En contraste con otras startups de IA, SSI ha declarado que su único propósito es resolver el problema técnico de la seguridad en la superinteligencia. No planea monetizar sus avances a corto plazo ni diversificar sus actividades.
La valoración de 32.000 millones de dólares, a pesar de la ausencia de resultados visibles, ha generado interrogantes. No obstante, los inversores han demostrado confianza en la trayectoria de sus fundadores y la importancia de la misión de SSI.
Ilya Sutskever, conocido por su papel en el desarrollo de ChatGPT, representa una figura clave dentro del proyecto. Sus socios, Gross y Levy, también aportan experiencia técnica e innovación acumulada en empresas líderes del sector.
El respaldo de inversores de renombre como Andreessen Horowitz y Sequoia Capital confirma el interés estratégico en el desarrollo de una superinteligencia segura, más allá de su impacto comercial inmediato.
Apoyo estratégico de líderes tecnológicos impulsa su desarrollo
Alphabet ha vinculado a SSI con su infraestructura a través de Google Cloud, proporcionándole acceso a TPUs para acelerar su investigación. Este acuerdo, confirmado en abril de 2025, permite a la startup aprovechar recursos de alto nivel.
Por su parte, Nvidia ha reforzado su posición en el sector mediante su inversión en SSI. Sus GPU siguen siendo esenciales para el entrenamiento de modelos avanzados de inteligencia artificial, y ahora forman parte del entorno de trabajo de la startup.
Los fondos provenientes de Andreessen Horowitz, Sequoia Capital, DST Global, Lightspeed y NFDG reflejan una apuesta por tecnologías transformadoras. Estas firmas suelen invertir en compañías con potencial de impacto a largo plazo.
El compromiso financiero de estos actores sugiere que SSI es percibida como un proyecto con relevancia estratégica. Su desarrollo podría influir en el equilibrio global del poder tecnológico, especialmente en el campo de la IA avanzada.
La IA segura gana relevancia en un mercado en expansión acelerada
La propuesta de SSI se inscribe en un contexto donde los riesgos de una superinteligencia descontrolada están en el centro del debate internacional. La empresa plantea que su objetivo es anticiparse a esos riesgos mediante el desarrollo de sistemas seguros.
Esta visión está alineada con las preocupaciones de gobiernos y expertos que buscan establecer marcos regulatorios para la inteligencia artificial. El enfoque técnico de SSI responde a esta demanda con un modelo centrado exclusivamente en la investigación.
Tras su salida de OpenAI en 2024, Sutskever decidió encaminar su carrera hacia un proyecto donde la pureza técnica prevaleciera sobre los intereses comerciales. En SSI, ha encontrado un espacio para desarrollar esa visión con independencia.
Según CB Insights, en 2024 las inversiones en startups de IA superaron los 50.000 millones de dólares. Empresas como Anthropic y xAI también alcanzaron valoraciones multimillonarias, aunque el caso de SSI destaca por lograrlo sin un producto visible.