Una iniciativa multimillonaria combina tres enormes plantas de: energía solar, la torre solar más alta del mundo y una planta de tratamiento de aguas residuales, todas alojadas cerca de una pequeña comunidad israelí de aproximadamente 500 personas en el desierto de Negev.
Los ambiciosos proyectos se lanzaron a fines de 2014, siguiendo el objetivo establecido por el gobierno israelí de que las energías renovables contribuyan al 10 por ciento de la generación de electricidad para 2020. Casi todas están a punto de completarse.
Dos de los proyectos están ubicados uno al lado del otro en un complejo solar llamado Ashalim, que lleva el nombre de la ciudad israelí adyacente a los sitios, 40 kilómetros al sur de Beersheba en el Consejo Regional de Ramat Hanegev. Los proyectos proponen diferentes tecnologías y son administrados por consorcios separados.
La planta de energía termosolar masiva tazada en 1.1 mil millones de dólares y 121 MegaWatz distribuidos en 988 acres (aproximadamente 4 kilómetros cuadrados) de tierra llamado Negev Energy. Está compuesto por 28,000 toneladas de acero y unos 500,000 espejos parabólicos que recolectan la luz para convertirla en energía.
La planta planea reducir aproximadamente 245,000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono por año, el equivalente a eliminar 50,000 vehículos de la carretera, proporcionando energía limpia únicamente a partir de energía renovable a 60,000 hogares en Israel para 2020.
Fuente: itongadol.com.ar