La nave estableció un nuevo récord histórico al aproximarse a solo 3,8 millones de millas del Sol, transmitiendo datos esenciales para su estudio.
La sonda Parker Solar Probe alcanza distancia sin precedentes
El 24 de diciembre, la sonda solar Parker completó un acercamiento histórico al Sol, enviando una señal que confirmaba su buen estado operativo el 26 de diciembre. Este logro superó ampliamente los récords establecidos previamente, incluyendo el de Helios 2 en 1976, que se acercó a 42,5 millones de kilómetros del Sol. Desde su lanzamiento en 2018, la Parker ha seguido rompiendo marcas propias en su misión de explorar el astro rey.
Mientras la sonda realiza estas exploraciones, otra misión de la NASA, la Europa Clipper, viaja hacia una luna de Júpiter con el objetivo de buscar posibles indicios de vida. Las aproximaciones extremas de la Parker son posibles gracias a un diseño especializado, que incluye un escudo de carbono capaz de resistir temperaturas de hasta 1377 grados Celsius.
El propósito principal de esta misión es revolucionar la comprensión de la estructura y comportamiento del Sol. Al adentrarse en la corona solar, la sonda recopila datos que permitirán desentrañar los misterios del viento solar, un flujo constante de partículas que emite el Sol, y determinar cómo las partículas alcanzan velocidades cercanas a la luz.
La NASA asegura que esta investigación tendrá aplicaciones prácticas, como mejorar la predicción de cambios en el entorno espacial que puedan afectar tanto a la vida cotidiana como a la tecnología en la Tierra.
Datos clave sobre la misión de la sonda solar Parker
- Distancia récord: La Parker se acercó a solo 3,8 millones de millas (aproximadamente 6,1 millones de kilómetros) del Sol.
- Velocidad máxima: La nave alcanzó 430.000 mph (cerca del 0,064 % de la velocidad de la luz).
- Duración de la misión: 7 años, con un total de 24 órbitas alrededor del Sol.
- Protección térmica: Un escudo de compuesto de carbono de 11,4 cm de grosor diseñado para soportar temperaturas extremas.
- Asistencias gravitacionales: La nave utilizó la gravedad de Venus repetidamente para ajustar su órbita.
El impacto científico de los avances de la Parker
El equipo de la NASA ha destacado que la sonda Parker tiene como objetivo adentrarse cada vez más en la atmósfera solar. Esto permitirá recopilar datos fundamentales sobre el origen del viento solar y el proceso mediante el cual las partículas cargadas se aceleran. Según los expertos, estas observaciones contribuirán al desarrollo de modelos más precisos para predecir fenómenos espaciales que afectan a la Tierra.
Adicionalmente, la misión Parker continúa superando expectativas, no solo con su capacidad para resistir condiciones extremas, sino también por los avances tecnológicos que representan sus instrumentos de medición. La recopilación de información clave se complementa con imágenes de alta resolución de la corona solar.
El diseño de la misión ha sido crucial para su éxito. El uso de asistencias gravitacionales de Venus permitió a la Parker ajustar su órbita y acercarse al Sol de forma gradual. Hasta la fecha, la nave ha completado varias órbitas exitosas en condiciones extremas que ningún otro objeto construido por el hombre ha enfrentado antes.
Un final planificado para una misión histórica
El fin de la misión se aproxima, ya que la sonda Parker ha completado más de seis años de su plan inicial de siete. Su última asistencia gravitacional con Venus tuvo lugar el 6 de noviembre de 2024, y no se prevén más maniobras similares. A pesar de ello, la nave continuará transmitiendo datos valiosos mientras sus propulsores mantengan su funcionalidad.
El programa Sky at Night de la BBC ha informado sobre el destino final de la nave. Una vez que los propulsores de la sonda se queden sin combustible, se dará la orden de exponer su parte inferior a la radiación solar, lo que resultará en la destrucción parcial de la nave. Sin embargo, el escudo térmico de carbono está diseñado para sobrevivir, permaneciendo en órbita solar posiblemente durante mil millones de años.
Este desenlace contrasta con los planes de la NASA para la Estación Espacial Internacional, que será desorbitada de manera controlada, asegurando una reentrada segura a la atmósfera terrestre.