Un informe de la Oficina del Contralor del Estado revela que cerca de 3 millones de adultos israelíes podrían desarrollar trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión o ansiedad tras la masacre del 7 de octubre de 2023 perpetrada por Hamás en el sur de Israel y la posterior guerra en Gaza.
El contralor Matanyahu Engelman advierte que “el sistema de salud mental, con dificultades previas, colapsó en los primeros días de la guerra”.
El documento estima que unas 580.000 personas presentan síntomas graves de TEPT como resultado directo de estos hechos.
Además, el texto destaca que la psicoterapia es el tratamiento más recomendado, pero los pacientes enfrentan esperas de hasta seis meses para acceder a servicios de salud mental en el sector público.
Ante estas conclusiones, el ministro de Salud, Uriel Buso, califica el informe como “fundamentalmente defectuoso”. No obstante, Buso asegura que el ministerio planea duplicar la cobertura de los servicios de salud mental para atender las necesidades surgidas tras los sucesos del 7 de octubre y la guerra en Gaza.