El Ministerio de Protección Ambiental de Israel publicó un informe que indica emisiones de gases de efecto invernadero casi idénticas en el año pasado a las de 2015. Este año base sirve para medir reducciones prometidas y transmitirlas a las Naciones Unidas. Otros países occidentales registraron caídas: Reino Unido con casi 30 por ciento menos entre 2015 y 2023, naciones de la UE alrededor de 20 por ciento y Estados Unidos 10 por ciento.
El informe anual mostró que 85 por ciento de la generación de electricidad en Israel provino de combustibles fósiles en el año pasado, la cifra más alta entre países de la OCDE. La producción de electricidad subió 5 por ciento en 2024 para centros de datos y vehículos eléctricos. Fuentes renovables aportaron 14,7 por ciento de la mezcla eléctrica a fines de diciembre.
El gobierno planea generar 19 por ciento de energía de fuentes renovables para 2030, por debajo del objetivo original de 30 por ciento. Proyecta una disminución de 21 por ciento en emisiones de electricidad, en lugar de 30 por ciento previsto. Al aumentar fuentes renovables, el porcentaje de electricidad de gas natural no subió por primera vez en el año pasado.
Los documentos Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes e Inventario Nacional de Emisiones Atmosféricas usan datos de 74 tipos de actividad reportados por 560 empresas grandes en sectores de energía, química, metalúrgica, alimentos y bebidas, y agricultura intensiva. El ministerio analiza emisiones al aire, agua y suelo con metodología de la OCDE y calcula contaminantes junto a gases de efecto invernadero.
Óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre bajaron 13 por ciento y 7 por ciento en 2024 respecto a 2023, tras una reducción en uso de carbón para electricidad. Tasas per cápita de óxido de nitrógeno superaron a 14 estados de la UE. Óxidos nitrosos contribuyen a lluvia ácida, calentamiento global, enfermedades respiratorias como enfisema y bronquitis, y forman smog al mezclarse con compuestos orgánicos volátiles bajo luz solar.
Dos tercios de emisiones de óxido nitroso provinieron de tres instalaciones con carbón: central Orot Rabin en Hadera, fábrica de cemento Nesher en Ramle y central Rutenberg en Ashkelon. Partículas de contaminación bajaron 6 por ciento por mejoras en central Rutenberg, minas de fosfatos de ICL Rotem, canteras y vertederos. Estas partículas causan irritación en ojos y garganta, mayor riesgo de cáncer de pulmón, accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y muerte prematura.
Sustancias causantes o sospechosas de cáncer en humanos subieron 16 por ciento, principalmente por quema ilegal de desechos municipales y quema al aire libre de desechos agrícolas. Israel presenta concentraciones altas de estas sustancias en aire comparadas con estados europeos. Actividades en ICL Rotem, sitios industriales y vertederos elevaron 16 por ciento compuestos orgánicos volátiles no metanos, que irritan sistema respiratorio, dañan vegetación e incluyen tóxicos como benceno.
Vertederos elevaron 9 por ciento emisiones de metano en 2024, mientras un leve aumento en combustibles fósiles causó subida de 0,2 por ciento en dióxido de carbono. Avi Haim, funcionario del Ministerio de Protección Ambiental, informó a medios que borrador de regulaciones para reducir emisiones de metano en vertederos saldrá a comentarios públicos a fines de este año.
La guerra en Gaza, iniciada con ataque terrorista de Hamás en sur de Israel el 7 de octubre de 2023, generó consecuencias: baja en transporte marítimo en puertos israelíes redujo emisiones relacionadas en un tercio respecto a 2023; incendios forestales triplicados cerca de frontera libanesa; menor tratamiento de residuos de construcción; y aumento de 30 por ciento en gases fluorados importados para refrigeración y emergencias.
Costos de efectos de contaminación en salud humana y medio ambiente alcanzaron 37.000 millones de shekels ($11.100 M) en el año pasado, 2 por ciento menos que el anterior. Transporte y producción de electricidad causaron más de mitad de estos costos. ONG Adam Teva V’Din indicó que 5.500 israelíes mueren anualmente por contaminación del aire, más que por accidentes de tráfico y guerras.
El Dr. Arye Vanger, científico jefe del grupo y experto en energía y contaminación del aire, declaró: “Los éxitos y mejoras ambientales que existían hasta hace unos años se están erosionando, y muchos indicadores muestran un deterioro. El Ministerio de Protección Ambiental y el ministro que lo dirige deben entrar en razón y comenzar a tomar medidas enérgicas para que podamos comenzar a ver que la tendencia se revierte el próximo año”.