Los científicos han logrado descubrir una nueva y misteriosa ráfaga de ondas de radio procedentes del espacio, conocida como ráfaga de radio rápida (FRB) que está planteando nuevos interrogantes.
Los resultados de este misterioso fenómeno, denominado FRB 190520, se publicaron el miércoles en un estudio publicado en la revista académica Nature.
¿Qué son las FRB?
Las FRB son un fenómeno en el campo de la radioastronomía que se refiere a una ráfaga muy corta de pulsos de radio asociada a la liberación de una cantidad muy grande de energía.
Se desconoce qué las causa, aunque parece que se trata de algún tipo de proceso astrofísico de alta energía.
Lo que sí se sabe es que la FRB media, a pesar de ser muy corta al durar desde una fracción de milisegundo hasta unos pocos milisegundos (un milisegundo es una milésima de segundo), libera tanta energía por milisegundo como nuestro sol en tres días.
Este campo de estudio es aún relativamente nuevo, ya que el primer FRB se descubrió en 2007.
Desde entonces se han descubierto varias FRB, pero algunas son especialmente extrañas. Una de ellas, en concreto, la FRB 180916, pulsa de forma regular cada 16,35 días.
Otra FRB especialmente destacable es la FRB 121102. Descubierta en 2016, esta ráfaga de radio supuso un gran avance en el campo de estudio porque se localizó su ubicación.
En aquel momento, los investigadores, que escribieron en artículos en Nature y Astrophysical Journal Letters, escribieron que se había originado en una galaxia enana a más de tres mil millones de años luz de la Tierra.
La nueva FRB
Lo que hace que esta nueva y misteriosa FRB sea tan interesante es que también ha podido ser localizada.
La FRB 190520 fue identificada por primera vez por un radiotelescopio esférico de apertura de quinientos metros (FAST) en China en noviembre de 2019, y el estallido en sí tuvo lugar el 20 de mayo de ese año.
Los científicos hicieron uso de otros telescopios, como el Karl G. Jansky Very Large Array (VLA) de la National Science Foundation, para estudiar mejor el FRB 190520.
En 2020, las observaciones del VLA permitieron determinar su ubicación. Luego, utilizando el telescopio Subaru en Hawai, pudieron precisar su origen cerca de otra galaxia enana a tres mil millones de años luz.
Pero esto plantea todo tipo de preguntas, especialmente cuando se examinan las similitudes y diferencias entre estas dos FRB y todas las demás.
Una posibilidad: Puede haber dos tipos de FRB.
“¿Son diferentes las que se repiten de las que no lo hacen? ¿Y la emisión de radio persistente, es común?” dijo Kshitij Aggarwal, estudiante de posgrado de la Universidad de Virginia Occidental (WVU), en un comunicado.
Otra cuestión que se está planteando es qué causa las FRB en primer lugar. Las dos principales posibilidades son las estrellas de neutrones superdensas que quedan después de una supernova o las estrellas de neutrones con fuertes campos magnéticos llamadas magnetares.
Pero otra característica curiosa de FRB 190520 es la extraña interferencia. Una característica útil de las FRB es que los científicos esperaban poder utilizarlas para estudiar el material que hay entre ellas y la Tierra mediante el uso de ondas de radio.
Esencialmente, podrían actuar como una especie de varas de medir.
Esto se mide a través de la dispersión, que es cuando las ondas de radio pasan por espacios con electrones libres, y las ondas de mayor frecuencia se moverían más rápido que las de menor frecuencia.
Pero aquí es donde radica el problema. Como se ha dicho anteriormente, el punto de origen de FRB 190520 parecía estar en una galaxia enana a unos tres mil millones de años luz. Pero eso eran sólo cálculos a partir de una medición independiente.
Calculándolo a partir de la señal y la dispersión, la distancia debería ser en realidad de ocho a nueve mil quinientos millones de años luz.
“Esto significa que hay mucho material cerca del FRB que confundiría cualquier intento de utilizarlo para medir el gas entre las galaxias”, dijo Aggarwal. “Si ese es el caso de otros, entonces no podemos contar con usar los FRB como varas de medir cósmicas”.
Hay posibles explicaciones. Por ejemplo, si el FRB 190520 está todavía rodeado de material procedente de una supernova, podría interferir en la medición de la dispersión.
Pero, en definitiva, aún quedan muchos interrogantes en un campo de estudio todavía misterioso.