La Organización Mundial de la Salud afirmó que estaba terminando un ensayo sobre si el fármaco antipalúdico hidroxicloroquina ayuda a los pacientes hospitalizados con COVID-19 el sábado, después de que un ensayo no mostrara ningún beneficio claro del tratamiento.
La OMS señaló que ha “aceptado la recomendación” del comité que supervisa el ensayo de suspender las pruebas de hidroxicloroquina y lopinavir-ritonavir, una combinación de drogas utilizada para tratar el VIH/SIDA. Las drogas se estaban comparando con la atención estándar de los pacientes hospitalizados.
Una revisión de los resultados provisionales mostró que la hidroxicloroquina y el lopinavir/ritonavir “producen poca o ninguna reducción de la mortalidad de los pacientes hospitalizados de COVID-19 cuando se comparan con la atención estándar”, informó el organismo de las Naciones Unidas.
El organismo añadió que, aunque no había “pruebas sólidas” de un aumento de la mortalidad de los pacientes hospitalizados a los que se les administraban los fármacos, había “algunas señales de seguridad asociadas en los hallazgos de laboratorio clínico” de un ensayo asociado.
La OMS menciona que la decisión no afectará a los posibles ensayos en pacientes que no están hospitalizados, o en aquellos que reciben los fármacos antes de la posible exposición al coronavirus o poco después.
Estudios sucesivos han puesto en duda que la hidroxicloroquina sea un tratamiento eficaz contra la COVID-19.
Un estudio realizado en junio en el Reino Unido encontró que la droga contra la malaria no funcionaba contra el coronavirus. El estudio reclutó a más de 11 mil pacientes en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte a los que se les dio el tratamiento estándar o el que se les dio más uno de varios tratamientos: el kit de droga para el VIH: lopinavir-ritonavir, el antibiótico azitromicina; el esteroide dexametasona, el antiinflamatorio tocilizumab, o el plasma de personas que se han recuperado de COVID-19 que contiene anticuerpos para combatir el virus.
La droga había sido muy promocionada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que había animado a los estadounidenses a tomarla como profiláctico a pesar de no tener ningún beneficio para la salud o la seguridad. En abril, Israel pagó cinco toneladas de los ingredientes necesarios para fabricar la droga que se enviaría desde la India. Un funcionario del gobierno manifestó más tarde que Israel había decidido almacenar la droga, por si acaso resultaba útil.