Programas en Israel entrenan perros para detectar amenazas y apoyar a mujeres en riesgo, fortaleciendo su seguridad y bienestar emocional.
Programas israelíes entrenan perros para protección doméstica
Israel implementa programas innovadores que entrenan perros para proteger a mujeres en situación de riesgo por violencia doméstica. Estas iniciativas, lideradas por organizaciones locales y respaldadas por instituciones de seguridad, seleccionan razas como el pastor alemán y el pastor belga malinois por su capacidad de detección de amenazas y su instinto protector. Los animales reciben entrenamiento especializado para identificar intrusos, alertar sobre peligros y proporcionar apoyo emocional a las víctimas. Desde 2009, proyectos como el Proyecto Pepo, impulsado por Ángel Mariscal, han entregado decenas de perros adiestrados a mujeres que enfrentan amenazas de agresores, marcando un hito en la seguridad doméstica.
El Proyecto Pepo, iniciado tras un encuentro en una exhibición de perros de seguridad en Ifema en 2009, responde a la necesidad de protección personalizada. Una mujer víctima de violencia solicitó ayuda a Mariscal, quien adaptó técnicas de entrenamiento para crear perros protectores que actúan como barrera disuasoria sin atacar agresivamente. Los perros, equipados con bozales especiales, evitan causar daño grave, pero intimidan a posibles agresores. Hasta 2025, este proyecto ha entregado 50 perros a mujeres en España, y su modelo ha inspirado programas similares en Israel, donde la violencia de género es una preocupación creciente.
En Israel, la unidad canina de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), conocida como Oketz, ha contribuido al desarrollo de técnicas de entrenamiento canino aplicadas a la seguridad civil. Los perros de esta unidad, originalmente entrenados para misiones militares como la detección de explosivos y la protección de instalaciones, han servido de base para programas civiles. La experiencia de Oketz en el manejo de razas como el pastor belga garantiza que los perros destinados a la protección doméstica cumplan con estándares rigurosos de obediencia y socialización, esenciales para operar en entornos familiares.
Las mujeres beneficiadas por estos programas reciben capacitación exhaustiva. En el caso del Proyecto Pepo, las usuarias completan 250 horas de formación en tres etapas: manejo de perros de seguridad, técnicas de adiestramiento y convivencia con el animal en contextos de violencia de género. Este proceso fomenta un vínculo profundo entre la mujer y el perro, reforzando la confianza y la seguridad emocional. En Israel, organizaciones locales adaptan este modelo, integrando a las beneficiarias en programas que combinan entrenamiento canino con apoyo psicológico y legal.

Datos clave sobre perros protectores en Israel
- Razas utilizadas: Pastor alemán, pastor belga malinois y bóxer, seleccionados por su inteligencia y capacidad de detección.
- Entrenamiento: Programas de 6 a 12 meses que incluyen socialización, obediencia y detección de amenazas.
- Impacto: Más de 100 mujeres en Israel han recibido perros protectores desde 2015.
- Apoyo institucional: Colaboración con el Ministerio de Seguridad Pública y ONG locales.
- Beneficios emocionales: Los perros reducen el estrés y aumentan la autoestima de las víctimas.
Entrenamiento canino y su impacto en la seguridad
El entrenamiento de los perros protectores en Israel se basa en protocolos desarrollados por expertos en comportamiento canino. Los animales pasan por un proceso de socialización intensiva para garantizar que sean equilibrados y no representen un riesgo para terceros. Según Amit, adiestradora de la unidad canina de la Fuerza Aérea de Israel, los perros deben mostrar instintos de búsqueda y caza bien desarrollados, además de adaptarse a entornos diversos. Este enfoque asegura que los perros puedan operar en hogares, alertando sobre intrusos sin reaccionar agresivamente ante estímulos cotidianos.
Los programas israelíes también incorporan tecnología para complementar la labor de los perros. Aplicaciones móviles, como las mencionadas en publicaciones de @Israel_Avia en 2022, permiten a las mujeres reportar amenazas en tiempo real, integrando la protección canina con sistemas de alerta. Estas herramientas, combinadas con el entrenamiento de los perros, crean un sistema integral de seguridad que aborda tanto la prevención como la respuesta inmediata ante situaciones de riesgo.
En 2020, el Ministerio Público de Panamá adoptó un modelo similar al israelí con el proyecto Protect K9, que asigna perros a mujeres víctimas de violencia tras denuncias formales. Este programa, inspirado en iniciativas como el Proyecto Pepo, ha beneficiado a decenas de mujeres, demostrando la influencia global de las técnicas desarrolladas en Israel. En Panamá, los perros han contribuido a reducir los incidentes de violencia al actuar como disuasores y proporcionar apoyo emocional, según datos del Ministerio Público.
La selección de los perros es un proceso meticuloso. Solo aquellos con atributos físicos y comportamentales específicos, como alta sensibilidad olfativa y temperamento equilibrado, son elegidos. Las razas preferidas, como el pastor alemán y el pastor belga, destacan por su versatilidad y capacidad para aprender comandos complejos. En Israel, el Centro de Perros Guía de Israel (IGDCB), aunque enfocado en perros guía, ha compartido conocimientos sobre crianza y entrenamiento que han enriquecido los programas de protección doméstica.
Contexto global y adopción de modelos israelíes
La violencia de género es un problema global que afecta a millones de mujeres. Según la Organización Panamericana de la Salud, en 2021, una de cada tres mujeres en el mundo ha experimentado violencia física o sexual, principalmente por parte de su pareja. En Israel, el Ministerio de Seguridad Pública reportó en 2023 un aumento en las denuncias por violencia doméstica, lo que impulsó la expansión de programas de protección canina. Estos programas no solo ofrecen seguridad, sino que también empoderan a las mujeres al devolverles confianza y estabilidad emocional.
En países como España, el modelo del Proyecto Pepo ha sido adaptado para abordar los 39 feminicidios registrados en 2018, según el Ministerio de la Presidencia. Los perros protectores, entrenados para actuar como barreras disuasorias, han permitido a mujeres como Lidia, una beneficiaria del programa, recuperar la seguridad en su vida diaria. En Israel, la colaboración entre ONG y el gobierno ha ampliado el alcance de estas iniciativas, con más de 100 mujeres beneficiadas desde 2015.
La experiencia de Oketz y otros programas militares ha permitido a Israel exportar conocimientos a nivel internacional. Países como Panamá y España han adoptado técnicas de entrenamiento canino basadas en los métodos israelíes, que priorizan la socialización y la obediencia. En 2024, el Ministerio de Seguridad Pública de Israel firmó acuerdos con organizaciones internacionales para capacitar adiestradores en técnicas de protección doméstica, ampliando el impacto de estos programas.
Los perros protectores no solo disuaden a agresores, sino que también desempeñan un rol terapéutico. Según Chan, entrenador del proyecto Protect K9, los perros ayudan a las mujeres a “liberar estrés y establecer una relación alegre” con su compañero canino. En Israel, los programas combinan la protección con terapias asistidas por animales, lo que ha demostrado ser efectivo para reducir el trauma en víctimas de violencia.