Las autoridades estadounidenses han llegado a un acuerdo con Pfizer que garantiza 10 millones de dosis de la píldora contra el COVID-19 del fabricante.
El gobierno pagará 5.300 millones de dólares, es decir, 529 dólares por dosis.
El precio se debe al “alto volumen comprometido de cursos de tratamiento que se comprarán hasta 2022”, con acuerdos similares alcanzados con varios otros países, expresó Pfizer.
El acuerdo depende de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) conceda la autorización de uso de emergencia al tratamiento, conocido como Paxlovid. La píldora aún no ha sido autorizada ni aprobada en ningún lugar del mundo.
Pfizer solicitó el martes a la FDA la autorización, señalando un análisis provisional de un ensayo en curso que sugiere que reduce el riesgo de hospitalización o muerte en los pacientes de COVID-19.
“Este prometedor tratamiento podría ayudar a acelerar nuestro camino para salir de esta pandemia ofreciendo otra herramienta para salvar la vida de las personas que enferman de COVID-19”, declaró el secretario de Salud Xavier Becerra en un comunicado.
“Vacunarse sigue siendo la medida más importante que puede tomar cualquier persona para ayudar a protegerse a sí misma y a los demás y poner fin a esta pandemia, pero para las personas que enfermen en el futuro y corran el riesgo de sufrir resultados graves, disponer de pastillas que puedan tomar para mantenerlas fuera del hospital podría ser un salvavidas”, añadió.
“Es alentador ver que cada vez se comprende mejor el valioso papel que pueden desempeñar las terapias orales en investigación en la lucha contra el COVID-19, y esperamos continuar las conversaciones con los gobiernos de todo el mundo para ayudar a garantizar un amplio acceso para las personas de todo el mundo”, manifestó Albert Bourla, director general de Pfizer, en un comunicado.
La píldora Paxlovid forma parte de una clase de medicamentos llamados inhibidores de la proteasa. Funciona bloqueando una enzima que el SARS-CoV-2 necesita para replicarse en los seres humanos.
El SARS-CoV-2, o el virus del PCC (Partido Comunista Chino), es el virus que causa el COVID-19.
Se espera que Paxlovid se administre con ritonavir, un fármaco diferente que ayuda a que el tratamiento permanezca en el organismo durante más tiempo.
El gobierno de Biden amplió previamente un acuerdo con Merck, otro productor de pastillas de COVID-19, por el que el gobierno se comprometió a aportar 2.200 millones de dólares para 3,1 millones de tratamientos. Esto supone unos 709 dólares por dosis, un 25 % más que el precio de Pfizer.
El acuerdo con Merck también depende de que la píldora reciba la autorización reglamentaria.
Merck solicitó una autorización de uso de emergencia, pero la FDA decidió retrasar la decisión hasta que se tratara el asunto en una reunión de un grupo consultivo el 30 de noviembre. La píldora fue autorizada por los organismos reguladores del Reino Unido a principios de este mes.
La FDA no quiso comentar cuándo autorizaría o rechazaría la píldora de Pfizer.
La Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado, dependiente del Departamento de Salud y Servicios Humanos, contribuyó a la consecución del acuerdo. Había invertido más de 49.000 millones de dólares en productos como la terapéutica COVID-19, según declaró el Dr. Gary Disbrow, jefe de la autoridad, a los miembros del Congreso esta semana.