El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, dijo el martes que la píldora que la empresa farmacéutica estadounidense para llevar a casa para tratar el COVID-19 podría estar disponible a finales de 2021.
“Si todo va bien y aplicamos la misma velocidad que hasta ahora, y si los reguladores hacen lo mismo, y lo están haciendo, espero que para finales de año”, dijo a la CNBC sobre su calendario previsto.
Bourla también dijo a la cadena que era optimista respecto a la posibilidad de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. apruebe la vacuna de Pfizer para niños de 15 años o menos en un futuro próximo.
Hasta ahora, el único tratamiento oral contra la COVID-19 que ha recibido la aprobación total de la FDA ha sido el remdesivir, un agente antiviral.
La píldora de Pfizer es un inhibidor de la proteasa que pretende bloquear una enzima que el coronavirus necesita para replicarse en las células humanas. La semana pasada, The Daily Telegraph informó de que docenas de voluntarios han comenzado a participar en los ensayos iniciales de la píldora.
El ensayo se lleva a cabo en dos centros de Pfizer, uno en Estados Unidos y otro en Bélgica, y en él participarán hasta 60 voluntarios de entre 18 y 60 años.
El ensayo se dividirá en tres fases repartidas a lo largo de 145 días, con 28 días adicionales al final para “la selección y la dosificación”, según el informe, e incluirá varias pernoctaciones para los participantes.
Pfizer, junto con su socio BioNTech, ya ha producido una vacuna COVID-19 que ha demostrado una eficacia superior al 95% y ha sido el centro de la campaña de inoculación masiva de Israel. Hasta ahora, más de la mitad de la población israelí ha recibido las dos dosis necesarias de la vacuna, lo que convierte al Estado judío en líder mundial en inoculaciones per cápita.