Estudios en Israel revelan alta prevalencia de artrosis cervical y lumbar, con obesidad y edad como factores clave para su desarrollo.
Estudios revelan alta prevalencia de artrosis en Israel
Un estudio poblacional reciente en Israel determinó que la prevalencia de artrosis en articulaciones específicas alcanza el 29,35%, con un enfoque en la artrosis cervical (10,10%) y lumbar (15,52%). La investigación, publicada en Journal of Clinical Rheumatology en 2023, analizó datos de Clalit Health Services, que cubre a más de 4,5 millones de personas. Los resultados destacan la carga significativa de esta enfermedad en la población adulta, especialmente en mayores de 40 años. Factores como obesidad, edad avanzada y actividades laborales repetitivas emergieron como principales impulsores del desarrollo de la artrosis, lo que refuerza la necesidad de intervenciones preventivas específicas.
La artrosis, caracterizada por el desgaste del cartílago articular, afecta principalmente a rodillas, caderas, manos y columna. En Israel, la prevalencia general de la enfermedad aumentó un 22% entre 2013 y 2017, según un estudio retrospectivo publicado en International Journal of Environmental Research and Public Health. Este incremento se atribuye al envejecimiento de la población y al alza de factores de riesgo modificables, como el índice de masa corporal (IMC) elevado. En 2018, el 115,3 por 1000 personas presentaban un diagnóstico de artrosis, con mayor incidencia en mujeres y en regiones periféricas como los distritos del sur y norte del país.
Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Néguev identificaron que la obesidad contribuye al 20,4% de los casos de artrosis, según datos del Global Burden of Disease Study 2021. El estudio también señaló que las mujeres presentan una prevalencia ajustada por edad un 10% superior a los hombres, lo que sugiere influencias hormonales o diferencias en la exposición a factores de riesgo ocupacionales. Además, la artrosis lumbar mostró una correlación significativa con trabajos que implican carga física prolongada, un hallazgo relevante para sectores como la construcción y la agricultura en Israel.
El análisis de Clalit Health Services reveló que la incidencia de artrosis creció de 7,36 por 1000 personas en 2013 a 8,23 por 1000 personas en 2017, con un pico en el grupo de edad de 60 a 70 años. Este aumento, que alcanzó una significancia estadística (p=0,02), subraya la urgencia de implementar programas de detección temprana y manejo clínico. Los autores del estudio recomendaron estrategias de prevención centradas en la reducción del IMC y la promoción de ejercicios de bajo impacto, como la natación, para mitigar el riesgo en poblaciones vulnerables.

Factores clave de la artrosis en poblaciones israelíes
- Prevalencia específica: Artrosis cervical afecta al 10,10% y lumbar al 15,52% de la población adulta.
- Factores de riesgo: Obesidad contribuye al 20,4% de los casos; edad avanzada incrementa la incidencia.
- Diferencias de género: Mujeres presentan un 10% más de prevalencia ajustada por edad que hombres.
- Impacto regional: Distritos del sur y norte muestran mayor prevalencia debido a factores ocupacionales.
- Tendencia temporal: Incidencia aumentó de 7,36 a 8,23 por 1000 personas entre 2013 y 2017.
Factores de riesgo y su impacto en la salud pública
Los estudios en Israel destacan que la obesidad no solo incrementa la carga mecánica en las articulaciones, sino que también promueve un estado inflamatorio crónico que acelera la progresión de la artrosis. Un análisis de la Universidad de Tel Aviv encontró que un IMC superior a 30 duplica el riesgo de artrosis de rodilla en comparación con personas con peso normal. Este hallazgo, publicado en Arthritis Care & Research en 2022, resalta la importancia de programas de control de peso en el sistema de salud israelí, que atiende a una población con una prevalencia de obesidad del 21,1% en 2014.
La edad es otro factor crítico. La prevalencia de artrosis aumenta exponencialmente después de los 40 años, con un 51% de los mayores de 80 años afectados, según un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Este patrón refleja el desgaste acumulado del cartílago y la disminución de la capacidad regenerativa del tejido articular. Las diferencias regionales también son notables: los distritos periféricos, donde las ocupaciones físicas son más comunes, registran tasas de artrosis hasta un 15% superiores a las áreas urbanas como Tel Aviv.
El impacto económico de la artrosis en Israel es significativo. Un informe del Ministerio de Salud estimó que los costos asociados con el tratamiento de la enfermedad, incluidas cirugías de reemplazo articular, alcanzaron los 2.500 millones de séqueles en 2020. La artrosis de cadera y rodilla, que a menudo requiere intervenciones quirúrgicas, representa el 60% de estos costos. Además, la enfermedad contribuye a una pérdida de productividad, con un 7,9% de desempleo relacionado con discapacidades articulares, según datos del Community Oriented Program for the Control of Rheumatic Diseases.
Las estrategias de manejo clínico en Israel incluyen terapias farmacológicas, como antiinflamatorios no esteroideos, y enfoques no invasivos, como la fisioterapia. Un ensayo clínico en el Hospital Hadassah demostró que la terapia con ejercicios supervisados reduce el dolor en un 30% en pacientes con artrosis de rodilla, un enfoque que se está integrando en los protocolos nacionales. Sin embargo, los investigadores advierten que la falta de acceso a estas terapias en comunidades periféricas limita su efectividad.
Contexto global y aportes de la investigación israelí
A nivel global, la artrosis afecta a más de 500 millones de personas, según el Global Burden of Disease Study 2021, y su prevalencia está proyectada a aumentar un 74,9% para 2050 en articulaciones como la rodilla. En Israel, los datos locales reflejan esta tendencia, pero con particularidades. La población israelí, con una esperanza de vida de 82,9 años, enfrenta un mayor riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, como la artrosis, en comparación con países de la región del Medio Oriente, donde la prevalencia es menor debido a poblaciones más jóvenes.
La investigación en Israel ha contribuido al entendimiento global de la artrosis al identificar factores de riesgo específicos en una población diversa. Por ejemplo, un estudio en el Hospital Rambam exploró la influencia de la genética en la artrosis de mano, encontrando que ciertos marcadores genéticos, como el alelo IL-1β, aumentan la susceptibilidad en un 15% entre los judíos asquenazíes. Este hallazgo, publicado en Journal of Rheumatology en 2024, subraya la interacción entre factores genéticos y ambientales en la enfermedad.
Las diferencias étnicas también son relevantes. La prevalencia de artrosis es un 12% mayor en judíos que en árabes israelíes, según datos de Clalit Health Services. Este fenómeno puede atribuirse a variaciones en el estilo de vida, como dietas ricas en grasas en algunas comunidades judías urbanas, frente a patrones alimenticios más tradicionales en comunidades árabes. Sin embargo, los árabes presentan una mayor incidencia de artrosis relacionada con trabajos físicos, lo que resalta la importancia de intervenciones ocupacionales específicas.
La investigación en Israel también ha evaluado el impacto de la artrosis en la calidad de vida. Un estudio del Centro Médico Soroka encontró que el 63% de los pacientes con artrosis lumbar reportan dolor crónico que limita las actividades diarias, mientras que el 47% de los casos de artrosis de rodilla están asociados con restricciones de movilidad. Estos datos han impulsado la creación de programas de educación sanitaria en centros comunitarios, enfocados en la gestión del dolor y la prevención de lesiones articulares.