Israel enfrenta una amenaza inminente que se cierne en su horizonte: dos olas de calor, abrasadoras, con tres a cuatro días de duración cada una, podrían azotar el país durante el verano, según un escalofriante informe de la Autoridad Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA) y el Servicio Meteorológico de Israel. La alarmante previsión indica que la temperatura podría llegar a extremos de 49 °C (120 °F) entre junio y septiembre, desatando la furia del clima en el territorio.
Temperatura y daños colaterales
El implacable calor tendría consecuencias devastadoras: un aumento de la mortalidad de hasta el 8.5 %, hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares incrementadas entre un 10 % y un 15 % y un pico de consumo eléctrico de hasta el 10 %.
Además, el país enfrentaría un riesgo extremo de incendios. Si bien los meses de mayo y octubre también podrían experimentar un calor inusual, no se espera que sean tan severos como los meses de verano.
Olas de calor: Un augurio de catástrofes
Las olas de calor son periodos prolongados de tiempo caluroso que afectan a gran parte de la población de un país o a áreas extensas dentro de un país.
Generalmente duran de tres a cuatro días, pero pueden extenderse hasta 10 días con temperaturas inusualmente altas.
Preparación ante el tsunami de calor
Israel se prepara para enfrentar emergencia que puedan poner en peligro la vida humana y causar graves daños a la vida cotidiana, las infraestructuras nacionales y las capacidades de seguridad.
NEMA y el Servicio Meteorológico de Israel han formulado escenarios de referencia para condiciones meteorológicas extremas como inundaciones, incendios y olas extremas de calor.
Advertencias y precauciones
NEMA insta al país a prepararse con anticipación para las olas de calor, trabajando en conjunto con las autoridades pertinentes para reducir los daños.
Según la autoridad, podría haber dos olas de calor en el plazo de un mes, con una breve pausa entre ellas. Las temperaturas máximas de 49 °C solo se esperan en el valle del Jordán y la región de Arava.
Sin embargo, las áreas costeras podrían alcanzar hasta 35 °C con más del 50 % de humedad, las zonas montañosas hasta 42 °C, y el desierto del Negev y los valles del norte hasta 44 °C.
Llamado a la acción
La creciente amenaza del cambio climático y sus efectos catastróficos exige una acción colectiva urgente. Los países deben reducir a la mitad sus emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos 10 años para evitar un calentamiento peligroso a finales de siglo.
Israel ha establecido el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 27 % respecto a los niveles de 2015 para 2030 y en un 85 % para 2050.
Es imperativo que la nación tome medidas y proteger a su población de las consecuencias catastróficas que se avecinan.
La lucha contra el tiempo
No hay tiempo que perder. Israel debe actuar con rapidez y determinación ante la amenaza de las olas de calor letales.