El desafío global ante el colapso potencial de la civilización plantea la necesidad de reducir drásticamente el consumo.
Enfrentando la crisis: Tecnología vs. Colapso inminente
Existen posturas divididas sobre la posibilidad de un colapso de la civilización. Algunos confían en que la tecnología solventará cualquier amenaza futura. Otros consideran real y cercano el riesgo de colapso ante desafíos como el cambio climático, la resistencia antibiótica y la contaminación química.
Soluciones emergentes a menudo se centran en abordar un problema específico, como la energía sin carbono. Sin embargo, algunas propuestas, como la quema de polvo de hierro, plantean desafíos logísticos y de implementación.
La viabilidad de estas soluciones se cuestiona debido a la complejidad y la energía requerida en su aplicación, como en el caso del hidrógeno verde.
Supuestos detrás de las “soluciones”
La mayoría de las propuestas asumen condiciones ideales como un entorno geopolítico estable y un acceso continuo a grandes sumas de capital. Estas soluciones también presuponen una transición sin escasez de recursos y un clima que no degenere abruptamente.
Asumen también el enfrentamiento conjunto y exitoso a amenazas actuales, como el agotamiento de recursos esenciales y la contaminación creciente. Estas suposiciones podrían no ser realistas en el contexto actual.
Las infraestructuras complejas, como las de fusión nuclear o las energías renovables, demandan estas condiciones ideales para su funcionamiento y sostenibilidad.
La esencia del problema: Consumo creciente
El problema central no abordado es el crecimiento constante en consumo y uso de recursos. Aunque hay grupos que proponen el “decrecimiento”, la idea de reducir drásticamente el consumo no es popular ni ampliamente aceptada.
El “decrecimiento” se refiere a consumir menos bienes y energía con el tiempo, un concepto al que pocos se adhieren, pero que podría ser esencial para la sostenibilidad a largo plazo.
El economista Herman Daly enfatizó que, o bien la sociedad planifica una reducción de consumo, o la naturaleza impondrá una reducción, probablemente más drástica de lo planificado.