El ataque terrorista perpetrado por Hamás el 7 de octubre se saldó con la captura de 250 israelíes, de los cuales 115 mujeres, hombres y niños aún permanecen en cautiverio.
Durante los meses de noviembre y diciembre de 2023, tras unos 50 días de cautiverio, Hamás liberó a 80 israelíes y ciudadanos extranjeros como parte de un acuerdo de alto el fuego.
De estos liberados, 26 personas, incluyendo 19 niños de entre dos y 18 años, seis madres y una abuela, recibieron atención en el departamento de repatriados del Centro Médico Infantil Schneider del Grupo Clalit inmediatamente después de su regreso a Israel.
Este centro acogió a la mayoría de los niños que regresaron del cautiverio. Según las necesidades y deseos de cada individuo, algunos permanecieron en el hospital por unos días, mientras que otros lo hicieron por varias semanas. Durante su estancia, los repatriados se reunieron con sus familiares y recibieron el apoyo de un equipo multidisciplinario que les proporcionó atención médica, enfermería y apoyo psicosocial, buscando brindarles un entorno seguro, amoroso y que les devolviera la confianza.
Un estudio reciente, publicado en la revista científica internacional “Acta Paediatrica”, es el primero en analizar los hallazgos físicos y conductuales en los niños y sus madres durante el período inmediato posterior a su liberación. Este estudio fue realizado por un equipo médico del Centro Médico Infantil Schneider de Israel, que participó en el tratamiento de los repatriados.
Entre los profesionales que contribuyeron al estudio se encuentran la Dra. Efrat Baron-Harlev, directora ejecutiva del Centro Médico Infantil Schneider, y sus adjuntos, el Dr. Shlomit Yaron y el Dr. Omer Niv; la Prof. Gilat Livni, jefa del departamento de repatriados, y médicos senior como la Dra. Yael Mozer-Glassberg, Dra. Havatzelet Yarden Bilavsky, Dra. Noa Ziv, Dr. Lotem Goldberg y Dra. Dana Zinger-Harel.
También participaron la profesora Silvana Fennig, del Departamento de Medicina Psicológica del Schneider Children’s, la Dra. Shirley Saar, directora del Centro de Innovación del Schneider Children’s, y la Dra. Noa Elikim-Raz, del Hospital Beilinson.
De acuerdo con los investigadores, los hallazgos más destacados al momento de la llegada de los repatriados al hospital incluyen una notable pérdida de peso, trauma psicológico, y complicaciones derivadas de la falta de higiene, así como heridas por metralla sufridas durante el ataque.
Las pruebas de sangre y heces revelaron la presencia de diversos contaminantes, aunque en la mayoría de los casos no se presentaron síntomas clínicos graves.
La Dra. Noa Ziv, médica de alto rango en el departamento de repatriados, señaló que los hallazgos documentados en el estudio son variados y requieren la atención de un equipo multidisciplinario.
Además, recalcó que los resultados reflejan únicamente el estado de los repatriados en el periodo inmediatamente posterior a su liberación y no contemplan el seguimiento ni las posibles secuelas a largo plazo. Según la Dra. Ziv, las secuelas más alarmantes detectadas por el equipo médico son de índole psicológica, observando principalmente una profunda tristeza y trauma.
A pesar de la alegría y alivio tras la liberación, los repatriados enfrentan serias dificultades tras haber vivido situaciones extremas, incluyendo el asesinato y secuestro de seres queridos.
El equipo médico subraya la necesidad de un seguimiento prolongado para entender mejor las consecuencias médicas y psicológicas del cautiverio.
Asimismo, la Dra. Ziv expresó su esperanza de que nadie más tenga que enfrentar lo que estos niños han vivido, e hizo un llamado por el regreso seguro de los rehenes que aún permanecen en cautiverio. El departamento de repatriados del Centro Médico Infantil Schneider espera poder recibirlos cuando sean liberados.