Google puso en marcha el martes su actividad de ciberseguridad en Israel con la adquisición de Siemplify por 500 millones de dólares. Siguió los pasos del también gigante tecnológico Microsoft, que basa una parte importante de su actividad en el sector cibernético en las adquisiciones que realizó en Israel. Entre esas adquisiciones está la compra de Adallom por 320 millones de dólares en 2015 y CyberX por 170 millones en junio de 2020. Google entra ahora en ese mercado, aunque un poco tarde, y se convertirá en otro actor importante en la ya feroz batalla por reclutar talento tecnológico local.
Muchas veces, la adquisición de una startup local da lugar a que otras empresas “redescubran” el mercado israelí. En el pasado, la compra de una empresa israelí de semiconductores fue el inicio de una oleada de adquisiciones similares y no es difícil adivinar que muchos ejecutivos de empresas se dirigieron a sus gestores de inversión tras la noticia de ayer preguntando por qué Google está comprando una empresa israelí.
La ciberseguridad fue la niña preferida del mundo de la inversión israelí en 2021, con más de una cuarta parte de los 25.000 millones de dólares recaudados por las startups locales que fueron a parar a las cuentas de las empresas cibernéticas. Esta tendencia no va a cambiar durante el próximo año, pero podríamos ver al mismo tiempo una nueva guerra por la adquisición de empresas de ciberseguridad maduras que se adapten a las necesidades de potencias como Google.
¿Correrán las empresas de ciberseguridad israelíes a los brazos de los gigantes tecnológicos? Probablemente no al mismo ritmo al que fueron adquiridas en el pasado. El estado actual de la financiación permite a las empresas crear y desarrollar grandes compañías y no sólo construir startups con el objetivo de ser adquiridas, por muy tentadoras que sean algunas ofertas.