MITZPE RAMON (AFP) – En el interior de un enorme cráter del desierto del Néguev, en Israel, un equipo con trajes espaciales se aventura en una misión para simular las condiciones de Marte.
El Foro Espacial Austriaco ha establecido una base marciana de simulación con la agencia espacial israelí en Makhtesh Ramon, un cráter de 500 metros de profundidad y 40 kilómetros de ancho.
Los seis llamados “astronautas analógicos” vivirán aislados en la estación virtual hasta finales de mes.
“Es un sueño hecho realidad”, dijo a la AFP el israelí Alon Tenzer, de 36 años. “Es algo en lo que llevamos años trabajando”.
Los participantes -procedentes de Alemania, Austria, Israel, Países Bajos, Portugal y España- han tenido que superar agotadoras pruebas físicas y psicológicas.
Durante su misión, realizarán pruebas, entre otras, con un prototipo de avión no tripulado que funciona sin GPS, y con vehículos automatizados de cartografía alimentados por el viento y la energía solar.
La misión también tendrá como objetivo estudiar el comportamiento humano y el efecto del aislamiento en los astronautas.
“La cohesión del grupo y su capacidad para trabajar juntos son cruciales para sobrevivir en Marte”, dijo Gernot Groemer, el supervisor austriaco de la misión.
“Es como un matrimonio, salvo que en un matrimonio se puede dejar, pero en Marte no”.
El mayor viaje de la historia
El Foro Espacial Austriaco, una organización privada formada por especialistas aeroespaciales, ha organizado ya 12 misiones, la más reciente en Omán en 2018.
El proyecto israelí forma parte de la misión Amadee-20, cuyo inicio estaba previsto para el año pasado pero se retrasó debido a la pandemia de Covid-19.
El foro se ha asociado con el centro de investigación israelí D-MARS para construir la base con energía solar.
La astronauta alemana Anika Mehlis, la única mujer del equipo, declaró a la AFP su alegría por formar parte del proyecto.
“Mi padre me llevó al museo del espacio cuando era pequeña”, dijo. “Cuando vi que el foro buscaba astronautas analógicos, me dije que tenía que presentarme”.
Mehlis, microbióloga de formación, estudiará un escenario en el que las bacterias de la Tierra infecten las posibles formas de vida que puedan encontrarse en Marte, afirmando que esto “sería un gran problema”.
Visualmente, el desierto que lo rodea se asemeja al Planeta Rojo con su desierto pedregoso y sus tonos anaranjados, aunque afortunadamente no en cuanto a las condiciones atmosféricas.
“Aquí tenemos temperaturas de unos 25-30 grados centígrados, pero en Marte la temperatura es de menos 60 grados centígrados y la atmósfera no es apta para respirar”, dijo Groemer.
El interior de la base es austero, con una pequeña cocina y literas. La mayor parte del espacio está reservado para experimentos científicos.
La NASA prevé que la primera misión humana a Marte se lanzará en 2030.
“Lo que estamos haciendo aquí es preparar una gran misión, el mayor viaje que nuestra sociedad haya hecho jamás, ya que Marte y la Tierra están a 380 millones de kilómetros de distancia en su punto extremo”, dijo Groemer.
“Creo que el primer humano que pisará Marte ya ha nacido y nosotros somos los constructores de la nave que permitirá este viaje”.