En medio de la pandemia de COVID-19, una compañía sueca que destaca en el desarrollo de microchips está trabajando en una nueva tecnología con el mismo sistema que puede albergar los datos del pasaporte sanitario.
Los empleados de la empresa no tienen una tarjeta para entrar en su oficina, sino que llevan esta pequeña tecnología en la mano. Desde ahora, un microchip implantado en la piel tratará de revelar el nivel de inmunización de las personas contra el virus chino.
El nombre de la empresa es Epicenter y, según un vídeo de RT Francia, su director, Hannes Sjoblad, ya tiene implantado el dispositivo. “El implante se puede leer con cualquier smartphone con función NFC (comunicación inalámbrica), así que puedo ir a un restaurante o a un cine, sólo tengo que mostrar mi brazo y pasarlo con un smartphone, y entonces aparece el pasaporte Covid-19 que tengo en mi chip”, dice. Los datos sobre su estado de salud aparecen cuando se acerca un teléfono móvil al antebrazo.
El empresario también dijo que no se requiere ninguna aplicación especial y que el microchip puede retirarse del cuerpo en cualquier momento. Según declaró Sjoblad a los medios de comunicación rusos, esperan poder aplicar más información a estos chips el año que viene.
La empresa cuenta con un nuevo edificio de alta tecnología en Suecia donde utiliza tecnología avanzada en sus propios trabajadores.
Este sistema permite al personal entrar en las instalaciones. A largo plazo, se espera que el chip permita también pagar servicios, como un café en un bar, con sólo un gesto de la mano.
El día de la inauguración oficial del edificio, el director general de la promotora inmobiliaria aceptó que le implantaran un chip. “Decidí que si tenía que entender esta tecnología, debía aceptar y dejarme implantar un chip también”, declaró entonces a la BBC.