Científicos israelíes afirman que un suplemento alimenticio especial que contiene zinc, cobre y sustancias químicas que se encuentran en la fruta podría ayudar a combatir los virus, después de que consiguieran inhibir la replicación de los mismos en pruebas de laboratorio.
“Tenemos una mezcla de ingredientes, cada uno de los cuales ya está aprobado por la FDA como suplemento alimenticio, y juntos parecen muy capaces de inhibir la replicación de los virus de ARN de una manera notable”, dijo el profesor Daniel Segal, de la escuela de biomedicina de la Universidad de Tel Aviv, a The Times of Israel.
Sin embargo, reconoció que la investigación, revisada por expertos, se llevó a cabo in vitro y no dio ninguna indicación firme hasta el momento sobre el impacto que pueden tener los suplementos en los seres humanos.
Segal dijo que la mezcla se probó en el laboratorio con células de pulmones humanos y de otros lugares, junto con virus de ARN, incluidos los que causan la gripe y el resfriado común. Los científicos descubrieron que la replicación del virus disminuía al menos en un 50% en comparación con las circunstancias normales.
Además del zinc y el cobre, los compuestos del suplemento son flavonoides, que se encuentran en ciertas frutas y verduras y se consideran seguros como suplemento.
Se sabe que el zinc tiene cualidades antivirales, pero también que le cuesta entrar en las células. Los otros ingredientes del nuevo suplemento parecen reforzar su capacidad para hacerlo, dijo Segal.

El SARS-CoV-2, el virus de ARN que causa el COVID-19, aún no ha sido probado, pero Segal dijo que es optimista en cuanto a que su replicación también puede ser ralentizada, dados los resultados en otros virus de la familia de los coronavirus.
Segal y sus colegas escribieron en su estudio, publicado en la revista Pharmaceuticals: “Esta combinación económica de suplementos dietéticos sería muy ventajosa para tener, junto con las vacunas, como método de prevención seguro que afecta a varios virus respiratorios de ARN”.
El profesor Ehud Gazit, director del Centro Blavatnik de Descubrimiento de Fármacos de la Universidad de Tel Aviv y participante en el estudio, comentó: “Estos resultados son muy prometedores y posiblemente permitan desarrollar un tratamiento de administración oral”.
Afirmó que un producto así supondría un “importante paso adelante”, ya que sería seguro, natural y potencialmente eficaz contra una serie de virus y variantes.