La tecnología israelí de imágenes térmicas, creada originalmente para rastrear a los terroristas y proteger las fronteras, está recibiendo una nueva iteración que permitirá a los médicos ver con mayor claridad dentro del cuerpo de sus pacientes.
El Centro Médico Sheba ha llegado a un nuevo acuerdo para reutilizar las tecnologías de imagen térmica que antes solo se utilizaban con fines militares y de seguridad. Esta semana, Sheba y Opgal, una filial de Elbit Systems, han firmado el contrato.
En el ámbito médico, las imágenes térmicas solo se utilizan ocasionalmente, pero el Dr. Boris Orkin, de Sheba, dijo a The Times of Israel que la nueva asociación podría conducir a desarrollos que hagan que la técnica sea tan común como los estetoscopios.
El director del Centro de Innovaciones Quirúrgicas de Sheba, Orkin, dijo a The Times of Israel que las cámaras térmicas “pueden llegar a ser tan comunes como los estetoscopios, y es posible que haya aparatos en los bolsillos de todos los médicos”. El centro creará nuevas aplicaciones para esta tecnología.
Utilizando los cambios de energía y calor en el cuerpo que se ven en la pantalla de un ordenador, las cámaras térmicas, según él, tienen el potencial de ayudar con una variedad de cuestiones en la imagen humana, como ayudar a los médicos a entender mejor los procesos fisiológicos que tienen lugar en el cuerpo.
Según Orkin, esta tecnología puede utilizarse en un contexto médico para diversos fines, como dar a los médicos y cirujanos una imagen clara del dióxido de carbono que exhalan los pacientes y ayudarles a identificar correctamente el movimiento de los vasos sanguíneos.
Elbit es una de las mayores empresas de defensa de Israel y, según Orkin, la reutilización de una de las tecnologías de imagen térmica de sus filiales podría suponer “enormes beneficios” en el ámbito de la atención sanitaria.
El director general de Opgal, Tsachi Israel, declaró que “la tecnología térmica tiene el potencial de ayudar a los equipos médicos de todo el mundo a ver lo invisible y realizar diagnósticos más precisos”, y añadió que espera trabajar con Sheba para “innovar con el fin de salvar vidas y evitar el sufrimiento de muchos pacientes”. Hasta ahora, la tecnología térmica ha ayudado a los soldados en el campo de batalla y a los pilotos durante el despegue y el aterrizaje.