Una subvención destinada al estudio de diferencias lingüísticas entre el hebreo y el inglés fue destacada en una base de datos publicada por el senador Ted Cruz como ejemplo de financiamiento orientado a la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).
La recopilación de datos forma parte de una estrategia republicana para justificar recortes sustanciales en la financiación de la investigación federal y en programas de diversidad impulsados por la administración de Joe Biden.
Un monto de 226.000 dólares fue otorgado en 2022 por la Fundación Nacional de Ciencias a la Universidad de Massachusetts Amherst. El equipo del senador republicano de Texas la señaló por un supuesto enfoque inadecuado en el “género”, aunque en su descripción solo se menciona que el hebreo, como otros idiomas, asigna género a los sustantivos.
Siete de las subvenciones recopiladas en la base de datos de Cruz fueron concedidas durante la administración de Biden con el propósito de fomentar asociaciones entre instituciones de investigación estadounidenses e israelíes. La inclusión de estas ayudas no alteró la postura del senador, conocido por su respaldo a Israel. Según su declaración, las más de 3.400 subvenciones incluidas evidencian un uso de fondos para proyectos que, en su opinión, promueven la ideología neomarxista y la propaganda de guerra de clases.
La oficina del senador no emitió respuesta a las solicitudes de comentarios, y tampoco se solicitó una declaración a la Universidad de Massachusetts. Como presidente del comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado, Cruz sostuvo que su base de datos demuestra que el gobierno de Biden ha instrumentalizado agencias federales para imponer una agenda de izquierda radical.
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“El Congreso debe frenar la politización de la financiación de la NSF y restaurar la integridad de la investigación científica”, afirmó el senador.
La base de datos ofrece un panorama sobre cómo Trump y sus aliados proyectan recortar la financiación de la investigación federal. Subvenciones otorgadas a instituciones como Brown, la Universidad de Michigan y la Universidad de Maryland-Baltimore County están incluidas en la lista. Los estudios respaldados abarcan áreas como la cognición, tecnologías magnéticas y almacenamiento de energía, con un denominador común: la colaboración con universidades israelíes.
Un ejemplo de estas asociaciones es la subvención concedida a la Universidad de Michigan, que establece vínculos con la Universidad Ben-Gurion en Beersheba. Otra ayuda de la Universidad de Massachusetts incluye una colaboración con el Instituto Tecnológico Technion-Israel en Haifa, además de actividades de divulgación en escuelas secundarias locales.
La base de datos clasifica las subvenciones en función de términos vinculados con género, justicia social y diversidad. Ninguna de las ayudas relacionadas con Israel se centra en esos temas, aunque algunas mencionan compromisos con grupos subrepresentados en la ciencia. Un caso es la beca de la Universidad de Maryland-Baltimore County, que contempla la participación de estudiantes de secundaria de diversas nacionalidades en Israel y de comunidades subrepresentadas en Estados Unidos.
El financiamiento destinado al estudio comparativo del inglés y el hebreo no menciona compromisos específicos con la diversidad. Su única referencia al género señala que ambos idiomas difieren en la organización de las oraciones y en la asignación de género a los sustantivos, un rasgo compartido con lenguas como el español y el francés, pero ausente en el inglés. El objetivo central de la investigación es analizar cómo estas diferencias pueden influir en errores de interpretación entre hablantes bilingües.
La ofensiva de Cruz contra las denominadas subvenciones “despiertas” ocurre en un contexto donde académicos y grupos universitarios han impulsado boicots a instituciones israelíes tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023 y la posterior guerra en Gaza.
La publicación de la base de datos coincidió con el escrutinio que la administración de Elon Musk ejerce sobre la financiación de la investigación federal, empleando términos clave para detectar proyectos alineados con la DEI. Un juez federal intervino el martes para bloquear reducciones drásticas en el financiamiento de los Institutos Nacionales de Salud, mientras que otra orden judicial impidió recortes en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
Un informe reciente del Washington Post reveló que personal de la NSF ha sido instruido para examinar proyectos en busca de palabras como “mujeres”, “víctimas”, “trauma” y “etnia”. Estas medidas forman parte de una iniciativa más amplia para reducir el gasto público, que incluye el cierre de departamentos gubernamentales. Expertos advierten que estas acciones podrían desencadenar una crisis constitucional.