“Hace dos días estaba en una camilla… a las dos horas con el fármaco ya podía respirar por mí mismo. Mírame ahora, estoy volviendo a mi casa”.
El fármaco experimental de fabricación israelí Allocetra, utilizado para tratar los casos graves y críticos de COVID-19, ha completado con éxito la fase 2 de los ensayos.
De los 20 pacientes graves tratados hasta ahora con el fármaco, el 90% se ha recuperado, según informó el martes el Canal 13 de noticias de Israel.
Allocetra trata la respuesta excesiva del sistema inmunitario y la respuesta inflamatoria que a veces se observa en los pacientes de COVID-19, denominada tormenta de citoquinas. Este fenómeno puede provocar graves ataques del sistema inmunitario a los propios órganos del cuerpo, lo que conduce a un fallo orgánico y, en ocasiones, a la muerte.
Un paciente recuperado, el inspector de edificios Yair Tayeb, de 49 años, habló al salir del hospital tres días después de recibir el medicamento.
“No podía respirar, apenas podía hablar. [Estaba] en un estado muy, muy grave”, dijo Tayeb. “Pasé por una experiencia que no se puede explicar con palabras”.
A las dos horas de recibir el medicamento, dijo, sintió un cambio. “Me dieron el medicamento. De repente, a las dos horas empecé a sentir algo extraño en mi cuerpo. Dejé de toser, mi respiración empezó a recuperarse, me sentía mejor. Dejé de sudar. No podía creerlo. Tenía miedo de decirle a la gente que estaba bien, estaba muy emocionado”.
El profesor Dror Mevorach, jefe de una de las salas de coronavirus de Hadassah y director científico y médico de Enlivex, que ha desarrollado el tratamiento, declaró a Canal 13: “Es útil para los pacientes graves y críticos porque puede evitar la necesidad de ventilarlos, y ése es el principal objetivo. Porque en el momento en que se entra en ventilación, toda la situación cambia, aumentan las complicaciones y es más difícil de tratar”.
El fármaco está entrando ahora en la fase 3 de los ensayos y se administrará a más de 100 personas.
“Hace dos días no podía mantenerme en pie”, dijo Tayeb al salir del hospital. “Mírame ahora, volviendo a casa”.
Un segundo medicamento israelí COVID-19, desarrollado en un hospital de Tel Aviv, también está causando sensación. El Centro Médico Ichilov de Tel Aviv afirmó el viernes que se había producido un “gran avance”, al afirmar que el medicamento inhalado EXO-CD24 del profesor Nadir Arber se había administrado a 30 pacientes cuyas condiciones eran moderadas o peores, y los 30 se recuperaron, 29 de ellos en un plazo de tres a cinco días.
El lunes, el primer ministro Benjamin Netanyahu invitó a Arber a su despacho y le preguntó por el “medicamento milagroso”. Durante la sesión informativa, Netanyahu dijo: “Si esto tiene éxito, será enorme, simplemente enorme. Es de importancia mundial”.
Arber declaró el martes a The Times of Israel que, con el ensayo de fase 1 recién concluido, ha solicitado al Ministerio de Sanidad el inicio de un ensayo de fase 2. De este modo se obtendrá una imagen más fiable de la eficacia, ya que la fase 1 es pequeña, se centra en gran medida en la comprobación de la seguridad y carece de un grupo de placebo.