La Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel describió el descubrimiento de tres raros buitres leonados muertos en el sur de Israel el viernes como un ejemplo probable de envenenamiento intencionado.
Los buitres fueron descubiertos cerca de Ein Akev, en el sur de Israel, después de haber tenido recientemente un comportamiento de vuelo bajo que sugiere una muerte inminente.
Basándose en los datos de los transmisores colocados en los buitres, los inspectores de las autoridades comprobaron las regiones que las aves habían visitado la semana anterior.
Pero los buitres ya estaban muertos cuando los inspectores los localizaron finalmente.
La Autoridad de la Naturaleza y los Parques ha iniciado una investigación sobre los acontecimientos que condujeron a sus muertes, y fueron llevados a un centro veterinario en Beit Dagan para un examen adicional.
El incidente es el más reciente de una serie de presuntos envenenamientos que han tenido, según un comunicado de la autoridad, “graves repercusiones en la población de buitres del sur de Israel”.
Para evitar que los buitres y otras criaturas salvajes consuman carne envenenada, se les da comida constantemente en los puestos de alimentación en todo el desierto de Israel, declaró la autoridad, pero estos esfuerzos y otros no siempre son suficientes para detener estos incidentes.
Hace un año se descubrieron doce buitres leonados muertos en los cauces de Kina y Kamrir, en el sur de Israel. Esta tragedia supuso un duro golpe para la población de buitres en Israel.
A principios de ese año se descubrieron muertos cerca de Kadita, en el centro de Galilea, una veintena de ejemplares silvestres, entre los que se encontraba una rara águila de cola blanca en peligro de extinción, posiblemente por envenenamiento con pesticidas.
En mayo de 2019 se encontraron ocho buitres leonados envenenados y muertos en los Altos del Golán, y otros dos fueron tratados por envenenamiento. Esta incidencia se consideró catastrófica para la especie en la zona.
Al consumir el cadáver de un depredador que fue matado por los agricultores para proteger su ganado, los buitres son frecuentemente envenenados.
La Autoridad de la Naturaleza y los Parques ha trabajado mucho en los últimos años para proteger y aumentar la población local de buitres. A pesar de que la población sigue estando en peligro, la organización declaró que el número de buitres leonados estaba en su punto más alto de los últimos ocho años en agosto de 2020.