Svante Paabo, científico sueco, fue nombrado este lunes ganador del Premio Nobel de Medicina por sus investigaciones sobre la evolución humana, que arrojaron luz sobre nuestro sistema inmunitario y lo que nos distingue de nuestros antepasados extintos.
Los genomas de los humanos modernos y de otros homininos, como los neandertales y los denisovanos, pudieron compararse gracias a los innovadores métodos de los que fue pionero Paabo.
A pesar de que los huesos de los neandertales se descubrieron a mediados del siglo XIX, no fue hasta que se desveló su ADN, a menudo conocido como el “código de la vida”, que los científicos pudieron comprender completamente las relaciones entre las especies.
Según la investigación, la separación entre los humanos modernos y los neandertales se produjo hace unos 800.000 años, según Anna Wedell, presidenta del Comité Nobel.
En un descubrimiento sorprendente, Paabo y su equipo descubrieron que los neandertales y los Homo sapiens se habían cruzado, lo que demuestra que tuvieron descendencia juntos mientras convivían.
Debido a este intercambio de genes entre especies de homínidos, el sistema inmunitario de los humanos modernos responde de forma diferente a enfermedades como el coronavirus. Fuera de África, entre el 1 % y el 2 % de las personas son portadoras de ADN neandertal.
Paabo, de 67 años, realizó sus investigaciones premiadas en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig y en la Universidad de Múnich (Alemania). Sune Bergstrom, que recibió el Premio Nobel de Medicina en 1982, es el padre de Paabo.
Por sus excepcionales contribuciones en la investigación de la historia de la humanidad, recibió el Premio Dan David de Israel en 2017.
Una semana de anuncios de premios Nobel comenzó con el galardón a la investigación médica. El martes se premia a la física, seguido del miércoles a la química y el jueves a la literatura. El premio de economía se entregará el 10 de octubre, mientras que el viernes se anunciará el Premio Nobel de la Paz de 2022.
David Julius y Ardem Patapoutian recibieron el año pasado el premio de medicina por sus investigaciones sobre cómo el cuerpo experimenta el tacto y el calor.
Los premios en metálico ascienden a 10 millones de coronas suecas, unos 900.000 dólares. Se distribuirán el 10 de diciembre. Los fondos proceden de una donación hecha por Alfred Nobel, un inventor sueco que fundó el premio y murió en 1895.