Una vacuna, financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates, diseñada para tratar la enfermedad causada por el coronavirus (COVID-19), ha entrado en las etapas de prueba en humanos después de que la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA) aprobara su solicitud para comenzar las pruebas bajo la clasificación de un programa de Investigación de Nuevos Medicamentos tras los prometedores resultados obtenidos durante las pruebas en animales.
Inovio Pharmaceuticals, los desarrolladores de la vacuna de ADN INO-4800, comenzaron a inyectar a los voluntarios su primera dosis el lunes; la segunda dosis será administrada cuatro semanas después. Inovio espera los datos iniciales de los resultados de las pruebas para finales del verano.
La metodología para el período de prueba incluirá 40 voluntarios adultos sanos, seleccionados a través de procesos de selección llevados a cabo en la Escuela de Medicina Perelman de Filadelfia en la Universidad de Pennsylvania y el Centro de Investigación Farmacéutica en Kansas City. Cada voluntario recibirá dos dosis de INO-4800.
La primera fase del ensayo tiene como objetivo determinar la seguridad y la inmunogenicidad (capacidad de causar una respuesta inmune) de la vacuna. La segunda serán los ensayos clínicos, que probarán la eficacia de la vacuna en el tratamiento de COVID-19.
Inovio ha estado muy por delante de otras empresas farmacéuticas en lo que respecta a la puesta en circulación mundial de una vacuna eficaz contra el coronavirus. Un portavoz de la empresa dijo a los periodistas que la firma desarrolló un constructo de vacuna para su vacuna contra el coronavirus en las tres horas siguientes a la publicación de la secuencia viral del SARS-CoV-2 el 10 de enero, y añadió que ya habían fabricado la vacuna e iniciado el ensayo preclínico.
La empresa ha producido “miles de dosis” de su nueva vacuna en unas pocas semanas para apoyar los períodos de prueba, gracias al apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, así como a otros fondos como los de la Coalición de Innovaciones en la Preparación para las Epidemias.
Hasta el momento, la CEPI ha invertido en el desarrollo de seis candidatas a vacunas contra el COVID-19, incluidos proyectos con las empresas estadounidenses CureVac, Inovio Pharmaceuticals, Moderna (que comenzó los ensayos a mediados de marzo) y con la Universidad de Queensland en Australia.
En función del éxito de sus ensayos clínicos, la empresa farmacéutica podría disponer de un millón de dosis para diciembre, para realizar más pruebas y/o una posible situación de emergencia que obtenga la aprobación oficial para su uso, según Tech Crunch.
La aprobación para el uso oficial, sin embargo, probablemente tomará alrededor de un año a un año y medio.