La nueva variante del coronavirus descubierta en Inglaterra que apareció en los titulares justo antes de Navidad es aparentemente más transmisible que la cepa viral original, según una investigación dirigida por el Colegio Imperial de Londres en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones educativas con sede en el Reino Unido.
El estudio, que aún no ha sido revisado por pares, afirma que los infectados con la cepa variante tienen más probabilidades de transmitir el virus a otros y dentro de ella infectan a más personas en comparación con la original.
Técnicamente la variante de interés tiene un “aumento aditivo” en la transmisibilidad (R) en un rango de 0,4 y 0,7, con un “aumento multiplicativo” en la transmisibilidad que “oscila entre un 50% y un 75% de ventaja”.
“En contraste con las variantes genéticas anteriores que han logrado una alta prevalencia, vemos la expansión de la variante de interés desde el Reino Unido y un patrón de crecimiento epidémico más rápido en tándem con la expansión de la variante de interés se ha repetido en múltiples regiones”, escribieron los autores del estudio.
“El número de casos en Gran Bretaña se ha disparado en las últimas semanas debido a que la variante del virus -que ha aparecido en todos los rincones del mundo- ha hecho que múltiples países cierren sus fronteras a los pasajeros del Reino Unido con la esperanza de frenar la propagación de la nueva variante dentro de sus Estados de origen”.
Al igual que otros países de Europa, Gran Bretaña está luchando por contener las nuevas olas del virus. Uno de los países más afectados del mundo, registró 53.285 casos en las últimas 24 horas del viernes, y 613 nuevas muertes.
El aumento de los casos se compara con los 55.892 que se reportaron el jueves, mientras que el conteo de muertes marca una caída de los 964 reportados el día anterior.
El Reino Unido ha registrado más de 50.000 nuevos casos diarios del virus durante los últimos cuatro días, impulsados en parte por una variante preocupante que es mucho más infecciosa, y un aumento en el número de personas que mueren cada día.
En vista de ello, los funcionarios de salud británicos han reactivado los hospitales de emergencia que se construyeron al comienzo de la pandemia para hacer frente a un aumento de los casos de COVID-19 que está sometiendo a las salas existentes a una presión extrema, en particular en Londres.
Los médicos han advertido que están luchando para hacer frente a la situación, especialmente cuando tantos colegas están enfermos o tienen que autoaislarse, y los paramédicos y las enfermeras han tenido que tratar a los pacientes en ambulancias debido a la escasez de camas disponibles.
Un correo electrónico al personal del Hospital Real de Londres decía que ahora estaba en “modo de medicina de desastres”.