En medio de una nueva ola de explosiones que involucran dispositivos de comunicación de Hezbolá, Hashem Safieddine, jefe del Consejo Ejecutivo de la organización terrorista, ha lanzado una dura advertencia de represalias. Safieddine, primo y estrecho colaborador del líder del grupo, Hassan Nasrallah, ha prometido una “venganza sangrienta y única” tras responsabilizar a Israel de los recientes ataques.
Safieddine declaró públicamente: “Estos ataques serán castigados de forma única; habrá una venganza sangrienta y única”, y añadió que no profundizaría en el tema porque el líder de Hezbolá, Nasrallah, abordará la situación próximamente, anticipando una “nueva situación y un nuevo enfrentamiento con este enemigo”. Insistió en que el grupo no se siente derrotado ni debilitado, y aseguró que seguirán firmes frente a las acciones de Israel.
Las explosiones, que la agencia estatal de noticias del Líbano ha informado que dejaron al menos tres muertos en la región de Bekaa, también han provocado cientos de heridos en varias partes del país. Fuentes de seguridad señalaron que los incidentes fueron causados por la detonación de radios portátiles utilizadas por Hezbolá, tanto en el sur del Líbano como en los suburbios del sur de Beirut.
Uno de los estallidos ocurrió cerca de un funeral organizado por Hezbolá en Dahiyeh, en homenaje a las víctimas de explosiones anteriores. Según una fuente de seguridad, “varios walkie-talkies explotaron en los suburbios del sur de Beirut”. Testigos y rescatistas vinculados a Hezbolá confirmaron que algunos de estos dispositivos detonaron dentro de dos automóviles.
Las redes sociales han difundido imágenes de uno de los momentos en que un walkie-talkie estalló durante el funeral. El evento conmemoraba a una de las 12 personas fallecidas el día anterior, en explosiones causadas por bíperes.
Estos recientes estallidos se han registrado en diversas zonas del país, más allá de Dahiyeh, y se cree que están relacionados con dispositivos de comunicación distintos a los bíperes que causaron las primeras explosiones.
Aunque el ataque inicial ha sido atribuido a Israel, el gobierno israelí no ha emitido comentarios al respecto hasta el momento.