Dos marinos del buque granelero Eternity C, registrado en Liberia y de propiedad griega, murieron en un asalto con drones marinos y lanchas rápidas frente a las costas de Yemen el lunes por la noche. La delegación liberiana informó del incidente durante una reunión de la Organización Marítima Internacional de la ONU el martes.
Los islamistas hutíes de Yemen ejecutaron un ataque prolongado contra el Eternity C en el mar Rojo, según confirmaron las autoridades. El grupo islamista afirmó haber hundido otro buque, lo que intensifica las tensiones en esta crucial ruta marítima. El Centro de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido alertó el martes que el Eternity C permanece “asediado por pequeñas embarcaciones y enfrenta un ataque constante”. Inicialmente, se reportaron dos tripulantes heridos y otros dos desaparecidos.
De los 22 tripulantes a bordo, todos excepto uno son filipinos, según autoridades en Manila. Las muertes, las primeras desde junio de 2024, elevan a seis el total de marinos muertos en ataques en el mar Rojo.
El Eternity C navegaba hacia el canal de Suez cuando fue blanco de hombres armados en botes pequeños y drones cargados con explosivos. Los guardias de seguridad del buque respondieron con disparos, según la Operación Atalanta de la Unión Europea y la firma de seguridad Ambrey. Aunque los hutíes, apoyados por Irán, no han reclamado oficialmente el ataque, el gobierno yemení en el exilio y la fuerza europea señalaron a los rebeldes como responsables.
El domingo, los hutíes ya habían atacado el granelero Magic Seas, también de bandera liberiana y propiedad griega, con drones, misiles, granadas propulsadas por cohetes y armas pequeñas. Los 22 tripulantes abandonaron el barco, que según los rebeldes se hundió en el mar Rojo.
Los recientes ataques, combinados con bombardeos aéreos israelíes contra los hutíes el lunes en represalia por misiles balísticos disparados contra Israel, avivan temores de una nueva ofensiva rebelde contra el transporte marítimo. Esto podría involucrar nuevamente a fuerzas estadounidenses y occidentales, especialmente tras el acuerdo alcanzado por la administración del presidente Donald Trump con los hutíes en mayo de 2025.
Los incidentes ocurren en un momento crítico para Oriente Medio, con un posible alto el fuego entre Israel y Hamás en riesgo y mientras Irán evalúa retomar negociaciones sobre su programa nuclear tras ataques aéreos estadounidenses a sus instalaciones nucleares en junio de 2024.
Los hutíes, cuyo lema clama “Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, y una maldición sobre los judíos”, iniciaron sus ataques contra Israel y el tráfico marítimo en noviembre de 2023, tras la masacre de Hamás del 7 de octubre que desató la guerra en Gaza. Pese a un alto el fuego entre Israel y Hamás en enero de 2025, los rebeldes han disparado desde marzo de 2025 un total de 58 misiles balísticos y al menos 13 drones contra Israel, la mayoría interceptados o fallidos.
El comercio a través del mar Rojo, que mueve anualmente 1 billón de dólares en mercancías, ha registrado un aumento en las últimas semanas, aunque permanece por debajo de los niveles habituales. Entre noviembre de 2023 y enero de 2025, los hutíes atacaron más de 100 buques mercantes, hundieron dos y causaron la muerte de cuatro marinos, afectando significativamente esta vital ruta comercial.