Diez años después de su auge, el grupo terrorista ISIS sigue siendo una amenaza persistente en Oriente Medio. A pesar de las afirmaciones de su declive, los recientes acontecimientos demuestran que el grupo sigue sembrando el caos y la destrucción en la región. En este artículo, examinaremos la trayectoria del ISIS desde su surgimiento hasta la actualidad y analizaremos su situación actual.
El surgimiento del ISIS en un Medio Oriente convulsionado
En 2014, Medio Oriente y el Norte de África se encontraban sumidos en el caos generado por la Primavera Árabe. En ese contexto, el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) emergió como una organización yihadista radical. Aprovechando las disputas internas y la guerra civil en Siria, el grupo logró expandirse y tomar control de amplias áreas en Irak y Siria.
A pesar de alcanzar su máximo poder hace una década, el ISIS ha sufrido importantes degradaciones en sus capacidades. Aunque aún mantiene presencia en distintas partes de la región, está lejos de su posición como cuasi-Estado. Sin embargo, esto no significa que el grupo haya desaparecido, ya que sigue representando una amenaza latente.
La lucha internacional contra el ISIS
Ante la amenaza del ISIS, una coalición liderada por Estados Unidos lanzó la Operación Inherent Resolve en 2014, una campaña de ataques aéreos en Irak y Siria. Estos ataques fueron altamente efectivos para debilitar al grupo, reduciendo su capacidad bélica y su infraestructura financiera. Con el apoyo aéreo, las fuerzas iraquíes y grupos democráticos lograron recuperar gran parte del territorio en manos del ISIS.
A pesar de los avances, algunos militantes del ISIS lograron escapar y formar células durmientes transitorias. Estas células han llevado a cabo atentados en el continente africano en los últimos años, demostrando que el ISIS aún representa un peligro latente.
La amenaza continua en África
El informe anual sobre terrorismo del Departamento de Estado de Estados Unidos advierte sobre la adaptación del ISIS y sus afiliados a las presiones antiterroristas. Los grupos afiliados al ISIS han intensificado sus actividades en la región del lago Chad y han extendido su influencia hacia los Estados ribereños del Golfo de Guinea.
Aunque el control territorial del ISIS en África es limitado, el grupo terrorista busca expandirse y convertir al continente en su próxima frontera. Es crucial que los esfuerzos internacionales continúen para combatir esta amenaza y evitar que el ISIS recupere su antiguo poder.
En conclusión, 10 años después de su surgimiento, el ISIS sigue siendo una amenaza para la seguridad en Oriente Medio y en todo el mundo. A pesar de que ha perdido gran parte de su territorio y poder, todavía es capaz de llevar a cabo ataques terroristas y reclutar nuevos miembros. La muerte del líder del ISIS en Afganistán es un recordatorio de la necesidad de continuar la lucha contra este grupo terrorista.