El líder de Hezbolá, Naim Qassem, descarta rendirse y entregar armas pese a propuesta de EE. UU. para que Israel detenga los ataques en Líbano.
Qassem rechaza propuesta de desarme en discurso de Ashura
El líder de Hezbolá, Naim Qassem, afirmó el domingo que su grupo no depondrá las armas ni se rendirá ante las amenazas de Israel, en respuesta a una propuesta del enviado estadounidense Tom Barrack. En un discurso televisado durante la conmemoración chií de Ashura en los suburbios del sur de Beirut, zona bajo control de Hezbolá, Qassem rechazó sin reservas la iniciativa que propone el desarme del grupo a cambio del cese de los ataques israelíes en territorio libanés. “Esta amenaza no nos hará aceptar la rendición”, declaró ante miles de seguidores.
La propuesta de Barrack, según fuentes citadas por Reuters y Associated Press, contempla la retirada de las tropas israelíes de cinco puntos fronterizos en el sur del Líbano y el desbloqueo de fondos destinados a reconstruir áreas dañadas por los ataques israelíes en 2024. Sin embargo, Qassem, quien asumió el liderazgo tras la muerte de Hassan Nasrallah en un ataque israelí en septiembre, reiteró que Hezbolá no otorgará legitimidad a la presencia israelí ni aceptará ningún proceso de normalización. “¿Cómo pueden esperar que mantengamos una postura pasiva mientras el enemigo israelí continúa con sus acciones militares?”, preguntó.
El discurso de Qassem tuvo lugar en un contexto marcado por las tensiones posteriores al alto el fuego firmado en noviembre de 2024, el cual puso fin a más de un año de hostilidades iniciadas con los ataques diarios de Hezbolá mediante cohetes, misiles y drones contra el norte de Israel desde el 8 de octubre de 2023. A pesar del acuerdo, Israel ha realizado nuevas operaciones con drones en el Líbano, centradas en miembros de Hezbolá, grupo que recibe apoyo de Irán. El sábado, un ataque atribuido a Israel provocó un muerto y un herido en el sur del país, según reportes de autoridades libanesas.
Beirut enfrenta presiones internas y externas para ordenar el desarme de Hezbolá, mientras que el gobierno libanés, respaldado por países occidentales, sostiene que el Ejército libanés debe tener control exclusivo sobre las armas en el país. No obstante, un funcionario libanés, bajo anonimato, reconoció que las autoridades no disponen de medios para desmantelar por la fuerza la estructura militar de Hezbolá en el sur, junto a la frontera con Israel.
Datos clave sobre la guerra entre Hezbolá e Israel
- Alto el fuego de noviembre 2024: Establece el repliegue de Hezbolá al norte del río Litani, a 30 km de la frontera.
- Ataques israelíes: Israel mantiene acciones militares contra Hezbolá con base en amenazas detectadas y violaciones al acuerdo de cese.
- Propuesta de Barrack: Plantea el desarme de Hezbolá antes de fin de año, junto con la retirada israelí y el acceso a fondos de reconstrucción.
- Presencia iraní: Hezbolá, con respaldo de Irán, forma parte de una red de actores armados que incluye a los hutíes de Yemen.
Israel sostiene presencia militar y critica la falta de acciones de Beirut
Israel afirma que Beirut no ha cumplido su compromiso de desmantelar la capacidad operativa de Hezbolá en el sur del Líbano, como lo establece el alto el fuego. Según Jerusalén, el grupo continúa incurriendo en violaciones del acuerdo, lo que constituye la base para sus operaciones militares. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mantienen unidades desplegadas en cinco posiciones clave dentro del Líbano, consideradas estratégicas para su seguridad. Estas actividades han generado objeciones por parte de las autoridades libanesas, que acusan a Israel de transgredir la soberanía nacional.
El enviado Tom Barrack llegó a Beirut el lunes con el fin de recibir la respuesta oficial del gobierno libanés sobre su propuesta. Según fuentes locales, el desarme de Hezbolá sigue siendo una cuestión no resuelta, ya que el grupo conserva un arsenal considerable de misiles y cohetes, utilizados en los ataques contra Israel desde octubre de 2023. Qassem defendió la tenencia de este armamento con el argumento de que cumple funciones defensivas frente a la actuación militar israelí y proporciona protección a la población del sur.
la guerra entre Israel y Hezbolá se integra en un entorno regional condicionado por la influencia de Irán. Los hutíes de Yemen, también respaldados por Irán, intensificaron sus acciones contra Israel en 2024, entre ellas el lanzamiento de un misil balístico el domingo contra una infraestructura señalada como aeropuerto en Jaffa, que fue interceptado por las FDI. Este grupo comenzó sus operaciones contra Israel y contra el tráfico marítimo en el mar Rojo en noviembre de 2023 y ha realizado más de 50 lanzamientos de misiles balísticos y 13 envíos de drones hacia territorio israelí desde marzo de 2025, conforme a información difundida por las FDI.
En mayo de 2025, un misil lanzado por los hutíes impactó en el aeropuerto Ben Gurion, lo que causó la suspensión temporal de los vuelos internacionales. El grupo declaró entonces que había establecido un bloqueo aéreo contra Israel. Aunque la frecuencia de estos ataques disminuyó durante la confrontación directa de 12 días entre Israel e Irán en abril, los lanzamientos esporádicos han persistido y contribuyen a deteriorar la estabilidad regional.