Tres autobuses sin pasajeros estallaron en rápida sucesión en estacionamientos de Bat Yam y Holon, suburbios de Tel Aviv, la noche del jueves. La policía calificó el hecho como un posible atentado terrorista. Tras el incidente, agentes hallaron otros dos artefactos sin detonar en autobuses cercanos, ambos localizados en Holon, según informes de medios hebreos.
Las fuerzas de seguridad rastrearon la zona en busca de sospechosos, mientras expertos en explosivos inspeccionaban el área en busca de más dispositivos. La ministra de Transporte, Miri Regev, ordenó la suspensión del servicio de autobuses, trenes y tranvías, además de un registro exhaustivo de las unidades. Regev interrumpió una visita a Marruecos tras conocer la situación.
El jefe de policía del distrito de Tel Aviv, Haim Sargarof, explicó que los artefactos eran explosivos improvisados con temporizadores y señaló que el ataque parecía provenir de Judea y Samaria. Además, mencionó la existencia de inscripciones en los dispositivos, aunque evitó dar detalles, en aparente referencia a informes sobre una amenaza escrita vinculada a la ciudad de Tulkarem. No confirmó cuántos sospechosos habrían participado en la planificación del atentado.
Según el Canal 12, los explosivos estaban programados para detonar el viernes, cuando los autobuses estuvieran en funcionamiento, pero se activaron antes de lo previsto. Uno de los dispositivos sin detonar fue descubierto gracias a un pasajero que alertó al conductor sobre un bolso sospechoso.
La municipalidad de Bat Yam destacó que los autobuses habían llegado a los estacionamientos minutos antes de las explosiones, lo que evitó la presencia de pasajeros en el momento del incidente.
Sargarof evitó responder por qué no se impidió la colocación de los explosivos y sugirió que la responsabilidad recae en otras agencias de seguridad. Afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) supervisan Judea y Samaria, mientras que el Shin Bet se encarga de la prevención del terrorismo.
El primer ministro Benjamin Netanyahu recibió actualizaciones constantes sobre la situación y convocó una evaluación de seguridad esa misma noche. Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó a las FDI intensificar sus operaciones en Judea y Samaria en respuesta al ataque. Katz aseguró que se perseguirá a los terroristas y se destruirá la infraestructura utilizada por grupos extremistas en la región, advirtiendo que quienes brinden refugio a los atacantes enfrentarán graves consecuencias.
Una fuente de la Oficina del primer ministro informó que Netanyahu consideró el incidente con gravedad y ordenó una operación más intensa contra organizaciones terroristas en Judea y Samaria. Desde el 21 de enero, las FDI llevan a cabo la Operación Muro de Hierro en el norte de la región, como parte de su ofensiva contra el terrorismo.