Un dirigente del grupo terrorista Hezbolá, que pidió mantenerse en el anonimato, informó a Reuters que el reciente ataque contra los dispositivos de comunicación del grupo terrorista, atribuido ampliamente a Israel, dejó a 1.500 combatientes incapacitados. Muchos de ellos sufrieron graves heridas, incluidas la pérdida de manos o la ceguera.
Aunque este ataque representa un golpe significativo, afecta solo a una pequeña parte de la fuerza de Hezbolá, que según un informe presentado al Congreso de Estados Unidos el viernes, cuenta con entre 40.000 y 50.000 combatientes. No obstante, el líder del grupo, Hassan Nasrallah, ha afirmado en repetidas ocasiones que la cifra total de combatientes asciende a 100.000.
El ataque, aparentemente coordinado, hizo que los dispositivos de comunicación de la marca Gold Apollo explotaran la semana pasada en las áreas controladas por Hezbolá, incluyendo el sur del Líbano, los suburbios de Beirut y el valle de Bekaa. Al día siguiente, los walkie-talkies que portaban miembros del grupo también detonaron.