Hamás dijo el sábado que el arresto de ocho de sus “líderes” en la zona de Hebrón por parte de las FDI no intimidará a los palestinos ni les impedirá “continuar con su papel nacional en la defensa de su tierra y sus lugares sagrados”.
Fuentes palestinas dijeron que los hombres fueron detenidos durante las incursiones de las FDI en sus hogares el sábado por la mañana en las ciudades de Dura, Deir Samet, Surif e Idhna, en la zona de Hebrón.
Las fuentes identificaron a los sospechosos de Hamás como Mohammed Yusef al-Huroub, Ahmed Dib al-Huroub, Ezzz Qassem, Ayed Dudin, Fadi Ghneimat, Khaled al-Fasfous, Tawfik Abdel Fattah al-Huroub e Imsail al-Nattah.
El portavoz de Hamás, Abdel Hakim Hanini, dijo que los detenidos, que anteriormente cumplían condena en una cárcel israelí por delitos de terrorismo, estaban “pagando el precio de su defensa de los lugares sagrados y de la libertad de la tierra y de los palestinos”.
Hanini señaló que Mohammed Yusef al-Huroub fue detenido en Dura por las FDI poco después de haber sido citado para ser interrogado por las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina. La tarjeta de identificación de Al-Huroub todavía estaba siendo confiscada por las fuerzas de seguridad de la AP, dijo.
El portavoz de Hamás condenó la “política de puertas giratorias” entre las Fuerzas de Defensa de Israel y las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina en Judea y Samaria, en referencia a la coordinación de la seguridad entre ambas partes.
Hamás ha condenado repetidamente la coordinación de la seguridad y ha pedido a la Autoridad Palestina que ponga fin a todas las formas de colaboración con Israel.
La represión de los operativos de Hamás coincidió con el 19º aniversario de la Segunda Intifada, también conocida como la Intifada de Al-Aqsa, que estalló el 28 de septiembre de 2000.
Hamás dijo en una declaración el sábado que la Intifada de Al-Aqsa “fue un punto de inflexión en la causa palestina y un hito en la historia de nuestro pueblo”.
Según Hamás, la “acción popular y militar” de los palestinos durante la Intifada de Al-Aqsa obligó a Israel a retirarse de la Franja de Gaza en 2005. “La resistencia es un derecho legítimo garantizado por las leyes internacionales, y esto incluye la lucha armada [contra Israel], que representa una opción estratégica para proteger la causa palestina y restaurar los derechos nacionales”, dijo Hamás.
El grupo terrorista que se apoderó de la Franja de Gaza en 2007 también reiteró su firme oposición a la normalización entre Israel y los Estados árabes. “La normalización con la entidad sionista representa una grave amenaza para la causa y los derechos de los palestinos”, advirtió Hamás, haciendo un llamamiento a los árabes para que presionen a sus líderes a no participar en ninguna forma de normalización con Israel.