Una argentina que lideraba a turistas israelíes en un recorrido por las zonas productoras de marihuana del sudoeste de Colombia fue secuestrada y asesinada por presuntos disidentes de las FARC, dijeron el jueves las autoridades colombianas.
La mujer, Berenice Blanco, y los turistas israelíes fueron secuestrados el sábado pasado mientras estaban en el llamado “Cannabis Tour”.
Viajaban por la zona de Cauca cuando fueron secuestrados por hombres armados que se identificaron como disidentes del VI Frente de las FARC”, dijeron los fiscales en un comunicado.
El grupo liberó a los israelíes, pero retuvo a Blanco, exigiendo un rescate de 100.000 dólares de su familia en Argentina, dijeron los fiscales.
Su cuerpo fue recuperado el miércoles en el municipio de Corinto, dijeron.
Omer Yefet y Gal-El Yaakov, ambos de 22 años, habían contado antes la dura prueba a la prensa israelí, expresando su preocupación por el destino de la guía. Ambos habían estado en Colombia como parte de un viaje de mochilero después de su servicio en el ejército.
Dijeron que la guía, a quien llamaban “Monica”, había convencido a los secuestradores de que no tenían dinero.
El jefe del cártel, según Yefet, quería 500 millones de pesos ($ 17 millones).
“Mónica hizo todo lo posible para asegurarse de que estuviésemos bien y nos defendió durante todo el proceso. No sé lo que le pasó, desafortunadamente. Intenté consultar con la compañía de viajes”, dijo Yefet.
“No es una situación en la que puedes pedir algo, después de que hayas estado detenido durante siete horas”. “Cuando nos íbamos Mónica me dijo con una sonrisa, con calma, ‘Conozco a gente que puede sacarme de aquí, todo está bien’”.
Los dos turistas salieron ilesos. “No nos apuntaron ni nos quitaron nada”.
Blanco trabajaba para “Cannabis Tour”, una empresa que ofrece visitas a áreas de cultivo en el área de Cauca, que es frecuentada por disidentes de las FARC y miembros de la operación de narcotráfico del Clan del Golfo, según las autoridades.
El cannabis está siendo cultivado con fines médicos bajo licencia estatal en Colombia desde 2015, pero los campos de marihuana en la región del Cauca se han utilizado tradicionalmente para financiar a grupos militantes.
En virtud de un acuerdo de paz de 2016, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desarmaron a sus 7.000 combatientes y ahora se ha convertido en un partido político.
Sin embargo, el gobierno dice que unos 1.200 combatientes han rechazado el proceso de paz y siguen activos en el tráfico de drogas y la minería ilegal.
Yefet, quien escribió un relato completo de su terrible experiencia en una publicación de Facebook, y enfatizó que él mismo no fuma marihuana, continúa viajando en Sudamérica y planea regresar a Israel en alrededor de dos meses.
“Tal vez me vaya de Colombia un poco antes de lo planeado”, dijo. “Hay otros lugares peligrosos donde la gente viaja. Sin duda tendré más cuidado. Puede suceder en cualquier lugar”.