El portavoz de Hamás en Jerusalén, Mohammed Hamada, elogió el domingo a los residentes de Jerusalén oriental, diciendo: “El levantamiento civil de los residentes árabes de Jerusalén es un paso importante para frenar la agresión de la ocupación y la escalada de sus crímenes y acciones que perjudican a nuestro pueblo”.
Hamada señaló que “las organizaciones de resistencia palestinas nunca se doblegarán y nunca temerán el terror de la ocupación y esta rebelión no es el final de la historia para hacer frente a los crímenes del ocupante y sus decisiones terroristas”.
“Nuestro pueblo continuará el levantamiento con todos los medios a su alcance para protegerse y proteger la mezquita de Al-Aqsa, el levantamiento se extenderá a todos los barrios y nuestro pueblo no descansará hasta que la ocupación llegue a su fin y se consiga la libertad y la independencia”, añadió.
Pidió a los residentes árabes de Jerusalén que continuaran la lucha para obligar a Israel a retirarse de su política “racista”, y pidió a los árabes israelíes que les apoyaran.
El sábado por la noche, los árabes del este de Jerusalén provocaron disturbios e instalaron barricadas tras la decisión del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, de no devolver el cadáver del terrorista que perpetró el atentado en el barrio Neve Yaakov de Jerusalén.
Ben Gvir declaró el domingo por la mañana que había ordenado la continuación de la operación de la Policía de Israel en Jerusalén oriental, y añadió: “El Estado de Israel no se rendirá ante un puñado de terroristas. Los delincuentes que bloquean los barrios son instigadores, actúan contra la ley y quieren la anarquía en Jerusalén oriental, y no debemos permitírselo. Por supuesto, hay que distinguir al colectivo de esos delincuentes, pero la Policía de Israel debe mostrar mano dura y tolerancia cero con esos infractores de la ley y la operación continuará”.