El periódico libanés Al-Akhbar, identificado con Hezbolá, afirmó que funcionarios de Hamás le habían comunicado que en los últimos dos días se habían producido contactos entre Hamás e Israel, a través de una tercera parte, y que Hamás había rechazado cualquier propuesta de restablecimiento de la calma mientras Israel continuara con su ‘política actual’ en Jerusalén.
Al-Akhbar informó de que Hamás quiere ‘impedir cualquier incursión de los colonos en la mezquita de Al-Aqsa y detener los planes de ‘judaizar’ la ciudad, y [que Israel] permita a los palestinos de Jerusalén Este participar en las elecciones palestinas’.
Según las fuentes citadas, Hamás lanzó una advertencia a Egipto de que si Israel continuaba con su política actual, ‘provocaría una explosión en varias zonas, especialmente en Jerusalén, Cisjordania y Gaza, incluso si eso arrastra la situación en Gaza y las cosas se convierten en un conflicto mayor’.
Egipto y Jordania también advirtieron que sus intentos de negociar un alto el fuego podrían fracasar. Un alto funcionario egipcio que participa en los intentos de mediación entre Israel y Hamás dijo a Israel Hayom que ‘Hamás está convencido de que Israel y Abbas están trabajando juntos para cancelar las elecciones en Cisjordania porque Hamás se está haciendo más fuerte y Al Fatah se ha dividido’.
Mientras tanto, durante el fin de semana continuaron los intentos de mediación para desescalar la violencia de la Franja de Gaza, dirigidos por un alto funcionario del aparato de seguridad egipcio y funcionarios diplomáticos en Estados Unidos.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, declaró esta noche que no aceptará celebrar las elecciones legislativas palestinas, previstas para el 22 de mayo, si Israel no permite la participación de los residentes del Este de Jerusalén.
‘No aceptaremos celebrar elecciones sin Jerusalén y sin sus candidatos, porque es nuestra capital eterna. Pedimos a la comunidad internacional que presione a Israel para que cumpla los acuerdos’, dijo Abbas.