Hamás, la organización terrorista palestina respaldada por Irán que controla la Franja de Gaza, suele ser uno de los primeros grupos en condenar a Israel por demoler las viviendas de los terroristas o las viviendas de propiedad palestina construidas ilegalmente en Judea y Samaria o Jerusalén.
Si bien los grupos internacionales de derechos humanos y la Unión Europea también han condenado a Israel, hacen caso omiso de las demoliciones de viviendas realizadas por Hamás en la Franja de Gaza.
En los últimos 10 años, Hamás ha demolido no solo casas, sino también una mezquita, una medida que casi no ha recibido atención de los medios de comunicación internacionales y las organizaciones de derechos humanos o la Unión Europea.
El 11 de mayo, el portavoz de Hamás, Hazem Qassem, denunció como “crimen de guerra” la demolición por parte del ejército israelí de la casa de Qassam Barghouti en la aldea de Kubar, al norte de la ciudad de Ramallah en Judea y Samaria.
Barghouti era miembro de una célula terrorista responsable del asesinato de la adolescente israelí Rina Shnerb, de 17 años, en agosto de 2019. Murió a causa de una bomba colocada al borde de la carretera mientras hacía senderismo con su padre, el rabino Eitan Shnerb, y su hermano Dvir cerca del poblado de Dolev. Su padre y su hermano resultaron heridos en el ataque.
La madre de Barghouti, Widad, anunció que su mayor logro fue dar a luz a un “héroe”. “Le digo [a mi hijo], a todos ellos [los presos], que estamos orgullosos de ti”, dijo. “Si queremos hablar de nuestros logros como madres, entonces el logro más importante que hemos hecho en nuestras vidas es haber dado a luz a héroes como estos”.
Cuatro días después de la demolición de la casa de Barghouti, las excavadoras de Hamás demolieron una casa en construcción en la ciudad de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. Hamás ha justificado la demolición argumentando que la casa se estaba construyendo sin un permiso adecuado.
Según testigos presenciales, docenas de milicianos de Hamás armados con porras y bastones eléctricos acompañaron a las topadoras mientras demolían la casa de la familia Sha’ath.
Los testigos acusaron a los miembros de Hamás de golpear a mujeres y niños y de maltratar a otros miembros de la familia durante la demolición.
En una declaración, la familia Sha’ath condenó el asalto de Hamás a la casa de uno de sus hijos. “Cientos de miembros de Hamás atacaron el barrio de Shout en Khan Yunis”, decía la declaración.
“El ataque causó heridas a docenas de miembros de la familia. Consideramos a Hamás responsable de esta peligrosa escalada. No nos quedaremos de brazos cruzados ante lo que ha ocurrido. Hamás practica los más brutales métodos de represión y persecución contra la gente de la Franja de Gaza que critica su comportamiento”.
En febrero, Hamás notificó a 50 familias en el suburbio de Al-Amal en Khan Yunis que sus casas serían destruidas con el pretexto de que fueron construidas sin licencia. Las familias recibieron instrucciones de evacuar sus casas en dos semanas. “En lugar de construirnos nuevas casas, Hamás está demoliendo las casas de los palestinos”, dijeron los residentes. “No tenemos ningún lugar a donde ir. Preferimos morir bajo los escombros de nuestras casas junto con nuestros hijos”.
Esta fue la cuarta demolición de este tipo por Hamás desde principios de año.
Dos semanas después de la demolición del hogar Sha’ath, Hamás demolió una casa que pertenecía a una viuda anciana de la familia al-Shinawwi en la Franja de Gaza. Los palestinos señalaron que la demolición tuvo lugar durante el mes sagrado de ayuno islámico del Ramadán.
“Que Dios los castigue”, dijo la anciana, llorando, en un video publicado en Facebook. “Hamás son hijos de perros; ni siquiera los judíos nos hacen esas cosas. Todavía no he pagado mis deudas por la construcción de la casa”.
En abril, las excavadoras de Hamás demolieron una casa del Sultán al-Astal, también en Khan Yunis, con el pretexto de que fue construida sin licencia.
Al-Astal dijo al periódico palestino Al-Hayat Al-Jadida que él y su familia “han vivido en esta tierra durante 150 años, y yo la heredé de mi padre y mi abuelo”. Añadió:
“A pesar del miedo a la propagación de la epidemia de coronavirus, los miembros de Hamás llegaron a mi casa al amanecer. Derribaron mi casa y golpearon a mi esposa e hija. Se comportaron como si estuvieran liberando la tierra ocupada por los judíos. Hamás está destruyendo los hogares de gente inocente y oprimida”.
Khamis al-Astal, el contratista que construyó la casa, dijo: “Las excavadoras de Hamás destruyeron la casa sin ninguna consideración moral o religiosa”.
En marzo, Hamás demolió tres casas en Khan Yunis con el pretexto de que estaban construidas en tierras “de propiedad estatal”.
El año pasado, Hamás demolió otra casa en Khan Yunis perteneciente a Bassam Duhan, también con el pretexto de que fue construida sin licencia. Duhan, padre de ocho hijos, montó una tienda de campaña frente a la casa demolida. Se quejó de que los parientes de los altos funcionarios de Hamás también habían construido casas en la misma zona, pero nadie las destruyó.
En 2017, las excavadoras de Hamás demolieron varias casas en el norte de la Franja de Gaza. Testigos presenciales dijeron que los manifestantes prendieron fuego a una de las topadoras.
En 2015, las excavadoras de Hamás demolieron seis casas en el barrio de Namsawi de Khan Yunis con el pretexto de que estaban construidas en tierras “de propiedad estatal”.
Ese mismo año, Hamás también demolió una mezquita perteneciente a un grupo islamista opuesto al gobierno de Hamás en la Franja de Gaza. Tres excavadoras participaron en la demolición de la mezquita en la ciudad de Der al-Balah. Los residentes dijeron que Hamás ni siquiera les dio tiempo para sacar copias del Corán de la mezquita de Al-Mutahbin.
En 2010, Hamás destruyó 20 casas en el barrio de Tal al-Sultan en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. Los residentes dijeron que fueron notificados de las órdenes de demolición solo 48 horas antes, añadiendo que no tuvieron tiempo de retirar sus pertenencias antes de ser desalojados por la fuerza.
Evidentemente, los palestinos temen condenar a Hamás por su continua política de demolición de hogares. El año pasado, un grupo de jóvenes de la Franja de Gaza pidió a la Liga Árabe y a otros partidos árabes e islámicos que iniciaran una investigación sobre los crímenes de Hamás contra los palestinos. Huelga decir que el grupo nunca ha recibido una respuesta de la Liga Árabe ni de ninguna otra organización de los países árabes e islámicos. El llamamiento se produjo después de que los milicianos de Hamás hicieran un uso excesivo de la fuerza para impedir que los palestinos protestaran por las dificultades económicas y la corrupción de Hamás.
Por ahora, parece que los palestinos de la Franja de Gaza han sido traicionados no solo por sus hermanos árabes y musulmanes, a quienes no les importa nada su difícil situación, sino también por la comunidad internacional, que parece tener una política de ignorar las medidas represivas y brutales de Hamás contra su propio pueblo. A falta de una respuesta internacional, Hamás sigue demoliendo hogares en la Franja de Gaza, y otros crímenes contra su propio pueblo, con impunidad, dejando a cientos de familias sin refugio.